Entre las sombras y la luz

Repercusiones

De regreso en la Ciudadela, la atmósfera era tensa. Los informes sobre las criaturas híbridas seguían llegando, y aunque el heraldo del Nexo había sido derrotado, su influencia se seguía sintiendo en ambos reinos. Luz y Amity, junto a sus respectivos líderes, se encontraban en una sala de guerra improvisada, discutiendo el siguiente paso.

-Hemos sellado el orbe, pero las criaturas no han desaparecido -explicó Amity, proyectando un mapa holográfico de las áreas afectadas-. Estos ataques no son aleatorios. Hay un patrón.

-El orbe estaba en un templo, lo cual significa que podrían haber más -dijo Luz, mirando el mapa-. Si es así, estas criaturas podrían estar protegiendo algo más grande.

El general de la Ciudadela, un hombre corpulento con cicatrices de guerra, golpeó la mesa con frustración.

-¿Estás diciendo que este problema aún no ha terminado?

-Exactamente. El heraldo no era el único. Lo más probable es que existan otros sirvientes del Nexo, tratando de aprovechar este caos -respondió Amity, con una mirada seria.

-Si es cierto, entonces necesitamos más información. Y la única que puede proporcionarla es ella -interrumpió uno de los consejeros, señalando a Luz con desconfianza.

La tensión en la sala aumentó. Aunque habían trabajado juntas para detener al heraldo, las sospechas hacia Luz seguían presentes. Después de todo, representaba todo lo que la Ciudadela temía: la magia oscura.

Luz suspiró y habló con firmeza.

-No soy vuestra enemiga. Sé más sobre estos templos y lo que esconden que cualquiera de vosotros. Si realmente queréis detener esto, necesitáis mi ayuda.

Amity la miró de reojo. Había comenzado a respetar a Luz, pero también entendía la cautela de sus superiores. Sin embargo, sabía que Luz era crucial en lo que vendría.

-Ella tiene razón -intervino Amity-. Si seguimos trabajando separados, no tenemos ninguna oportunidad. Debemos unir fuerzas de una vez por todas.

El consejo murmuró entre sí, evaluando sus opciones. Finalmente, el general asintió.

-Muy bien. Que sea así. Nos moveremos juntos. Pero si esto falla, será bajo vuestra responsabilidad.