Mimos | Pipravi

08

Ravi estaba confundido cuando al despertar no escucho algún otro ruido. Se levanto veloz, asustado de quizás haberse quedado dormida más tiempo del debido y corrió a la ducha con prisa.

En menos de cinco minutos salió de esta y tomó la ropa que casualmente estaba doblada a los pies de la cama, se vistió lo más rápido que pudo y salió corriendo a la cocina para al menos tomar una manzana o algo que pudiera distraer a su estomago.

Fue ahí cuando la sorpresa lo invadió pues en la mesa había un plato servido y una nota de Pip al lado. Se tomó un momento para ver el reloj en la pared y se dio cuenta de que aún tenía buen tiempo para desayunar con calma y luego ir a su trabajo.

Se sentó, aún algo desorientado y empezó a comer mientras leía la nota de tonalidad azul claro.

Cuando terminó se dio el tiempo de lavar sus dientes y arreglar un poco más su aspecto; mandó un mensaje de agradecimiento por el desayuno a su novia antes de salir y por último cerro la puerta con llave.

Durante su horario de trabajo todos sus compañeros notaron la inmensa sonrisa que traía desde su entrada al lugar. Ravi normalmente era alegre pero era raro verlo así durante todo el rato. Nadie preguntó sobre ello y sinceramente a el pelinegro no le interesaba lo que pensaran.

Su corazón no paraba de latir con fuerza; ella amaba abrazar, mimar, halagar, atender y en resumen cuidar de su novia, pero obviamente amaba aún más cuando era esta quien lo hacía por el. Apreciaba cada pequeño detalle que la menor podría tener con el y lo guardaba en sus recuerdos con mucho amor.

Y aunque por lo general le gusta estar en su trabajo, esperó con ansias la hora de su salida para poder ir directo con su amada y quedarse abrazado a ella durante toda la noche.