Capítulo 7: Convergencia

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"Odiarte sería más fácil si no  te deseara tanto"


  Gwangju, Corea Del Sur Marzo 2005

Podía sentir el viento fresco golpeando en su rostro, las calles transitadas y llenas de luces de negocios, casas llenas de familias, y el aroma a comida rápida era lo que podía ver SeokJin mientras andaba por los andenes en su patineta ya un poco antigua, en camino a la casa de Dae-hyun, donde se iba a realizar la "reunión de tenistas". Iba como diez o quince minutos más tarde de lo acordado porque buscaba el momento perfecto para escapar de su casa sin que su madre se diera cuenta, y sí que lo logró.

—Uy, lo siento— se disculpó cuando casi atropella a un abuelito que llevaba sus compras cuando sólo estaba a unos pasos de su destino.

Pudo ver la casa totalmente blanca con algunas plantas en la entrada, la luz prendida en el primer piso y el grupo de personas que estaban riendo que sus sombras se reflejaban en las cortinas de las ventanas. Agarró su patineta con un solo brazo y tocó la puerta un par de veces hasta que el rostro risueño y perezoso de Dae-hyun que lo invitó a entrar.

—Ven mañana, estrella— exclamó Hwang, un pelinegro orgulloso y mal hablado que a Jin no le caía del todo bien.

Pudo notar a varias chicas muy hermosas abrazar a sus compañeros, la música no era tan alta y había realmente mucha comida. SeokJin se sentó algo incómodo en una de las sillas de la casa, no es que era asocial, la verdad es que era muy sociable pero sus compañeros de Tenis no eran muy interesantes para hablar porque sólo hablaban de sexo, chicas y el alcohol que nunca bebían. Vio a Jungkook que estaba con su celular azul en el reposabrazos de el sofá, viéndose aburrido y atractivo con esa sudadera negra ancha y su pantalón azul con rotos realmente grandes y sus botas de combate infaltables.

Al sentirse abrumado por no pertenecer a la conversación, sacó su teléfono de color dorado para escribirle a Namjoon para por lo menos verse atractivo para las chicas, porque su objetivo de esa noche era echar un buen polvo para no sentir el estrés de la semana.

—Jungkook, Jin, ustedes también son invitados, vengan— dijo Ji-ho, intentando unir al grupo y la reunión porque estaba un poco aburrida— Juguemos algo— dijo cuando todos estaban en círculo.

—¿Verdad o reto?— propuso Hwang.

—¿Qué es esa mierda? ni que fuéramos de primaria— dobló los ojos— jugamos a 7 minutos en el paraíso— y la sala completa estalló en risas que hizo fruncir el ceño a Ji-ho.

—¿Qué estamos en "si tuviera treinta"?— se burló mientras reía Dae-hyun

—A mí me gusta esa película— dijo la chica a su lado que lo sostenía del brazo y en seguida intentó parar la risa.

—Sí, a mí no me parece una mala idea— dijo la pelinegra al lado de Jungkook, que se intentaba acercar más a el pelinegro pero este no la dejaba.

—¿Lo ven, chicos? yo sí tengo buenas ideas— sonrió orgulloso acomodando sus lentes y la chica a su lado sonrió ligeramente.

—¿Y cuando tienen pensado salir a la luz? porque el suspenso me está matando— dijo Tae-Jin sarcástico, el único pelirrojo de la escuela con un sentido del humor muy alterado.

—Cállate que la gente que pensaba que eran brujos por su cabello no opinan— se defendió.

Tae-Jin se iba a defender pero Hwang habló primero— Bueno, sólo juguemos a 7 minutos en el paraíso que creo que todos aquí quieren irse con una buena besuqueada, ¿o no?— todos asintieron.

¡Qué gane el mejor!- [kookjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora