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Capitulo 1033

Un estallido de risa resonó en la sala después de un breve momento de silencio.

"¡Dios mío! ¿Cómo se le ocurrió hacer un juramento tan ingenioso en ese momento...?"

"Así que eso fue lo que hizo que Kiole da Diaca cambiara su comportamiento tan bruscamente."

El emperador soltó una leve risa y se quitó las gafas para frotarse los ojos, mientras la emperatriz se reía sacudiendo los hombros. Incluso el siempre correcto mayordomo no pudo ocultar su sorpresa y admiración, y Nathan Zuckerman, por su parte, lanzó una mirada poco habitual a Yuder antes de comentar:

"Ahora entiendo por qué, desde hace algún tiempo, el caballero de la casa Diaca ha dejado de menospreciar abiertamente a la unidad de caballería y a nosotros. Ya conozco la razón."

Y Kisiaar, a pesar de ser la única persona que ya sabía del juramento entre Yuder y Kiole, se rió con entusiasmo, disfrutando al máximo de la situación.

"¿No es increíble, Majestad? ¿Quién más podría haber pensado en elaborar de inmediato cláusulas como esas en esa situación, asegurándose de que no llegara información a la casa Diaca y sellándolo todo con un juramento? Fue una jugada que, sin matar imprudentemente, logró subyugar al oponente y, al mismo tiempo, beneficiarnos. Sin mi ayuda, no habría sido posible, por supuesto."

De hecho, Kisiaar no solo disfrutaba de la escena, sino que también alababa a Yuder sin cesar. Yuder pensaba que alguien pronto intervendría para detener ese comportamiento tan poco decoroso, pero sorprendentemente, nadie lo hizo.

Es más, el emperador incluso lo aprobó con calma.

"No puedo negarlo. Aunque no lo parezca, es alguien de la casa Diaca. Lograr que aceptara el juramento y mantenerlo bajo control todo este tiempo es realmente impresionante."

"Así es."

"Barón Ail. ¿No te preocupaba que Kiole da Diaca fuera al templo a romper el juramento y contara todo a su familia? ¿No le impusiste alguna prohibición al respecto? ¿O te aseguraste de tener una conversación regular con él sobre ese tema?"

Lo expresó de manera elegante como "conversación sobre ese tema", pero en palabras más directas, lo que el emperador estaba insinuando era si había amenazado a Kiole para que no hablara.

¿Hasta qué punto debía responder con sinceridad? Yuder reflexionó por un momento antes de hablar.

"No se lo prohibí porque no tuve tiempo para detallar y prohibir cada forma de romper el juramento, pero, en realidad, fue porque no consideré que fuera necesario hacerlo."

Por un instante, los músculos de la cara del emperador de Kailusa se contrajeron ligeramente.

"¿No consideraste necesario hacerlo?"

"Sí. No creo que tenga un juicio particularmente bueno para evaluar a las personas, pero con Kiole da Diaca tuve una especie de certeza."

"¿Certeza?"

"Con personas tan obstinadas, que no piensan en el futuro y que están orgullosas de su estatus, es casi seguro que nunca contarían una experiencia tan vergonzosa y aterradora a nadie. Y mucho menos a su propia familia."

Era una certeza basada en la experiencia de su vida anterior. Y, efectivamente, Kiole actuó tal como Yuder había anticipado.

El emperador de Kailusa frotó su barbilla, aparentemente entendiendo perfectamente lo que Yuder decía, y murmuró pensativamente.

"Vaya. No se atrevería a revelar tal humillación a su propia familia... Nunca lo había considerado de esa manera, siempre confiaba demasiado en el poder de su familia."