Sueño

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Cuando el azabache y la pelirrosa se separaron este no tardó en dejar un beso en la frente de la menor. Aunque al caer en la que castaña seguía presente volteo hacia ella encontrándose con que esos ojos verdes ahora poseían destellos dorados, la cual era posiblemente la única similitud que llegaban a compartir ella y la pelirrosa. Mientras observaba a la diosa entre sus brazos con cierto odio lo que lo hizo enfurecerse

—Se puede saber qué haces aquí Perséfone? Pensé que había dejado en claro que no eras bienvenida en el Inframundo!– le gruñe con molestia mis ojos brillan en un tono eléctrico dejando notar su divinidad

—Acaso está prohibido que venga al Inframundo?– le pregunta de forma mordaz mientras que la pelirrosa se contiene de no rodar los ojos. Se notaba que su dominio no era la sabiduría

—Sabes que sí. Los dioses que se quedan en el Inframundo son aquellos que poseen dominios específicos– el recuerda

—Entonces por qué ella puede estar aquí y no yo?!– le reclama molesta

—Porque aparte de ser la Diosa de los Sueños es mi pareja– declara consiguiendo que la pelirrosa se sonroje levemente mientras una sonrisa de satisfacción se instala en su rostro ante tales palabras

Mientras por otro lado la castaña abre los ojos en Shock mientras que el odio y la furia comienzan a apoderarse de su interior siendo que el mayor se da cuenta de esto y le apunta comenzando a liberar su divinidad con tal de realizar su próximo cometido el cual impedirá que la castaña vuelva a colocar un pie en el Inframundo

—Yo, Hades, Rey del Inframundo, hijo de Chronos, Rey de los Titanes. Te destierro a tí Perséfone, Diosa d la Primavera he hija de Deméter del Inframundo. Con este destierro nunca podrás pasar más allá de la superficie de la tierra hacia las capaz inferiores y si alguna vez lo intentas sentirás el dolor de las llamas del Tártaro quemando tu piel– declara mientras cadenas de color negro salen del suelo apresando a la diosa menor que grita de dolor antes de ser absorbida por las sombras y llevada de regreso a la superficie

—Vamos adentro, quiero dormir antes de tener que reunirme con madre– pide la pelirrosa dejando un beso en los labios del más alto el cual le corresponde de forma inmediata

Ya en la superficie la castaña fue abandonada pro las sombras en un hermoso claro. Al sentir el Sol chocar contra su piel un grito furioso no tardó en salir desde lo más profundo de su garganta

Las plantas se tornaron de colores más oscuros y tomaron cierto matiz de peligro al convertirse en algún tipo de plantas venenosas afectadas por el mal humor de la Diosa de la Primavera

—Maldita seas! Manacido seas Hades!!– grito siendo escuchada por todo el bosque mientras que las plantas se encargaban de avisarle a la Diosa de la Agricultura de la aparición de su hija y del mal humor que está poseía