episodio 9

7 1 0
                                    

Indomable †

Sus labios están tan cerca que puedo sentir el calor de su aliento, la humedad de su boca. Me siento embargada por el deseo, mi cuerpo temblando de anticipación. Quiero sentir sus labios sobre los míos, querer sentir su lengua explorando mi boca, quiero morder su labio inferior hasta que sangre y sienta su sangre dentro de mi boca. La tensión es casi insoportable, mi corazón late con fuerza en mi pecho.

- se puede saber que quiere? - pregunto mirándolo a los ojos desafiandolo

El sonrie ante mi pregunta, una sonrisa completamente malisiosa - justo en estos momentos te quiero sobre esa mesa, abrirte de piernas y comerme ese coño.

Dios mío!!, este hombre no tiene límites. Su audacia es impactante y, peor aún, mi cuerpo responde a sus palabras con una traicionera excitación. El calor y la humedad entre mis piernas es una prueba incómoda de que no puedo ignorar su efecto sobre mí.

¿Le dice este tipo de cosas a todas sus amantes?

- Me alegra decir que no es el tipo de hombre que me hace perder la cabeza, como para hacer ese tipo de cosas, señor Galeano - digo con una voz ligeramente irónica, intentando ocultar lo que mi cuerpo esta sintiendo.

Mentira descarada, pero debo mantener la fachada para no revelar mi verdadero estado. Su rostro permanece impasible, pero una leve sonrisa asoma en la comisura de sus labios, revelando un destello de diversión.

- Eso lo creo, señorita Levine. Todavía me sorprende su pésimo gusto en cuanto a hombres - dice con una mirada significativa, dejando claro que se refiere a Cristian.

No tengo respuesta para eso. Mi relación con Cristian ha sido un error, pero no pienso reconocerlo ante él.

- su crítica es reflejo de su propia insatisfacción. ¿No tiene nada mejor que hacer?

- Tu vida es un espectáculo que no puedo dejar de observar, especialmente cuando tomas decisiones tan... interesantes. - responde con arrogancia.

- Y yo que pensaba que mi vida era demasiado aburrida para alguien como tú. Me halaga su interés. ¿Te fascina la emoción del desastre o hay algo más detrás de tu interés?

- no se confunda señorita Blair. Usted no encaja en mi ideal de mujer

- No se preocupe, no tengo deseos de ser una pieza más en su juego de seducción, señor Galeano.

Después de lanzarle una mirada desafiante, me abro paso entre su cuerpo y la pared, escapando del cerco que me había atrapado.

Él cree que tengo interés en él, pero se equivoca. Mi reacción es solo física, un deseo que puedo dominar. No hay nada más allá de la atracción superficial.

Me mira con intensidad, su ojos se vuelven ligeramente mas oscuros y profundos, con un destello de enojo que intenta contener, pero que aún así se filtra en sus ojos. Además de algo mas que no puedo desifrar.

- ¿Qué es lo que realmente quiere de mí? - le pregunto, intentando mantener la calma a pesar de la frustración que crece en mi interior. - ¿Por qué no me dejas en paz? Estoy cansada de sus malditos juegos.

Eiden sonríe ligeramente, su mirada intensa y desafiante. - Quiero ver hasta dónde puedes llegar, señorita Levine - dice con voz baja y seductora. - Quiero ver si puedes mantener tu fachada de niña valiente

Lo miro indignada, ¿este tipo no puede hablar sin ser grosero o que?, cruzo mis brazos sobre mi pecho y mi mandíbula se tensa, conteniendo la rabia que amenaza con estallar en cualquier momento.

Y él lo disfruta, es evidente. Desde que empezó la conversación, no ha hecho nada más que provocarme, sonsacarme, desafiarme. Su mirada brillante de diversión, su sonrisa sarcástica, todo en él grita que está disfrutando de mi frustración.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi hermosa posesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora