Capítulo 9

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Buenos días y feliz martes lluvioso, por lo menos acá en Caracas.

Bueno anoche fue noche de insomnio y me dieron ganas de escribir unas cuantas líneas, es algo corto pero a mí me gusto.

Un besote

Espero sus rw y sus votos.

Stef.-

Obligación y Seducción

Capítulo 9

La noche llegó y con ella una fiesta magnifica, llena de colores y motivos Mepherdianos pues eran en honor a la Reina y sus damas humanas y elfas. Las copas estaban llenas.

Thranduil bajó al evento de mala gana y vestido con pantalones de cuero negro y una chaqueta entallada de color azul con bordados en gris-plata, sus acostumbradas joyas y una corona de oro blanco y rubíes, seguro que una decisión de su esposa pero poco le importaba lucirla ya que era una de sus favoritas y ciertamente hacía siglos que no la usaba.

Al llegar al salón principal de su palacio todos los presentes se levantaron y reverenciaron su presencia como era habitual. Sin saludar a nadie se sentó en la mesa principal que compartiría junto a Cybele. Lotho se le acercó vestida con un hermoso traje amarillo que la hacía ver radiante ante todos menos de él, que al parecer para Thranduil ella era transparente.

+ Las damas de la Reina trajeron whisky de Mepherden ¿Desea probarlo? -ofreció con amabilidad.

+ No, es demasiado fuerte su sabor, trae vino y dile a la Reina que no tarde.

Se hizo como el señor ordenó pero Cybele tardo una hora entera en aparecer con sus damas, tenía los nervios crispados, ella lo en crispaba retándolo constantemente, estaba a punto de levantarse y traerla a su propia fiesta halada de los cabellos cuando anunciaron su llegada y la de las damas.

Todos se levantaron para recibir a su soberana y todos quedaron impactados ante la belleza de su reina que venía con los ojos bien marcados y delineados entre oro y negro, el cabello color miel libre y un poco alborotado y sin corona, en vez tenía un cintillo de donde salían cadenetas de flores doradas al igual que su traje, un corsé ajustado que realzaba su pecho, una falta entallada hasta cinco dedos por encima de la rodilla dejaba ver a todos el espectacular cuerpo que poseía la regente, luego la falda se abría en una preciosa tela un tanto transparente bordada con más flores doradas y arrastraba una pequeña cola. Esa mujer era el esplendor no de una Reina sino de una Diosa.

Thranduil se puso de pie no porque debiese hacerlo sino porque la emoción que lo embargo al verla lo obligo. Al estar frente a ella, no pudo ser frio y distante, no, el instinto alpha que poseía lo forzó a marcar su terreno y antes de que pensará la estaba besando frente a todos.

+ Eso es lo que en Mepherden llamamos una calorosa bienvenida -«Que diferente sería todo si hubieses sido así desde el principio» ese pensamiento la lleno de nostalgia y aparto el odio en ese momento.

+ Estas hermosa -respondió con la voz masculina más seductora que la mortal había escuchado en su vida y también con una frialdad que en vez de un eligió parecía haber dicho "espero que mueras ahogada en tu propia sangre".

+ Tú también lo estas -contestó con la misma frialdad, algo que se podía traducir a "bailaré sobre tu tumba".

Una a una las damas de la reina fueron presentadas en sociedad y no hubo elfo u hombre que no hablará de lo hermosas que eran. El baile dio comienzo y el Conde Therm pidió bailar a una hermosa Agatha engalanada en un traje turquesa.

Obligación Y Seducción, Libro UNO © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora