PECADO DE ALFA (SEGUNDA VIDA)

25. Revelaciones

El alfa había despertado en cama, con un sueño terrible. 

Era alguien de cabello rubio, con una gran barriga y dentro de lo que parecía una habitación descuidada...

Estaba en una cama, con un miedo palpable...

Y Crowley lo veía. Trataba de verle el rostro, pero este omega no le permitía verlo, además que la luz apenas tocaba el lugar.

Crowley sentía una angustia en su pecho. Era incapaz de moverse, pero...logró observar a alguien que caminaba hacia el omega, y que tomaba al chico, obligándolo a estar de espaldas, mientras el otro se defendía. 

El rubio protegía su vientre, y lloraba, podía escuchar los quejidos y llantos silenciosos. La imagen...era inquietantemente familiar...pero lo que seguía, era bastante terrible. 

Quería defenderlo. Quería detener lo que estaba a punto de ocurrir...

Sentía la necesidad de ir a defender a ese omega que estaba ahí tumbado, sufriendo. 

No era difícil saber que esto se trataba de una violación.

—¡Suéltalo! — Crowley no podía simplemente ir. Su cuerpo no se movía para nada...solo estaba parado ahí, observando. Y sus gritos no eran efectivos para nada...

—¡Déjalo en paz! ¡Maldito! — Los gritos no hacían ningún efecto. 

El sueño comenzaba a ser borroso, mostrando solamente a ambas personas. 

Y esto parecía ser una terrible pesadilla.

Y entonces, la voz de la figura dominante, hizo que se le erizara la piel por completo...

—¿En serio pensaste que dejaría todo en paz?...Ni siquiera porque cargues a mi hijo...dejaré que vivas en paz...

Era su propia voz...no había duda...

"¿Un hijo?..."

Y Crowley, veía con asco esto...a la vez que se sentía terriblemente triste por ver la escena. El rubio, lloraba, y a la vez, dejaba de oponer resistencia. 

Justo cuando este parecía querer hablar, Crowley despertó de golpe. 

Crowley no entendía la razón de ese sueño...o más bien pesadilla...era horrible. Pero más horrible el hecho de que él era protagonista de esa escena terrible. Y por supuesto, no había podido hablar con Aziraphale de nuevo desde ayer, cuando el Conde salió de su habitación tan rápido como pudo. 

Sentía la necesidad de ir con Aziraphale...

Y a la vez, pensaba en lo que pudo haber ocurrido si no hubiera llegado a tiempo esa noche...cuando Aziraphale se encontró solo con esos alfas en aquel callejón.

"¿Esto era acaso una especie de premonición?...¿Cómo podía interpretar esa pesadilla?"

De igual forma, debía salir. 

Tenía que aclarar unos asuntos con el omega. 

"¿Será posible que le guste Asthoreth?..."