22- No es mi lugar

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Effy:

— Estás muy rara. ¿Vas bien en la escuela? —me preguntó mi Gareth durante la cena. Yo estaba medio muda, pensando en lo de Eddie. Hacía esfuerzos por olvidar lo que había pasado.

— Claro que sí, está todo perfecto —le sonreí de forma falsa, no me gustaba la idea de mentir tanto, siempre me consideré una persona honesta, y esto me mataba lentamente.

— Mañana es la fiesta de Grace, ¿irás? —preguntó Eddie, como es el maestro, está al tanto de todo lo que ocurre entre mis amigos. Lo cual no era un pro a esta situación

— Claro —asentí mientras tocaba la comida con el tenedor.

— Mañana saldré con una amiga en la noche —agregó mi tío— Iba a salir con Eddie, pero no va a poder —hizo una pausa e intentó recordar— Y quizá sea mejor así, Munson, no cambia... la última vez que salimos se ha ligado a dos chicas.

Aquello se sintió asqueroso.

Maldito hijo de puta.

— Vaya, creo que es mejor que me largue si van a comenzar a hablar cosas muy de ''hombre'' —hablé un tanto molesta, lo dije desde la ironía, pero intentando disimular, incluso si no me resultaba— Gracias al señor, Eddie no tiene una novia.

— No vas a entender de estas cosas— suelta Gareth—Bueno, no tiene una, pero estoy seguro de que terminará con esa tal Juliette, la relación de Eddie y ella es algo de niños. Sus padres adoran a Juliette. Aunque si no se encuentra a nadie para pasar el rato, he pensado en presentarle a algunas de las chicas de la veterinaria —solo quería matar a mi tío. Eddie me miraba mientras soltaba esas cosas.

Al menos me quedaba el consuelo de que Eddie no amaba a Juliette, de sólo son amigos.

— Creo que ya he terminado —me paré de la mesa, sonreí de forma forzada— Mañana tengo examen, de matemáticas— solté sin despegar mis ojos de él.

Entendía toda la mierda que Eddie hablaba; no iba a estudiar para su examen. Y aunque lo necesitara, no iba a poder. No quería llorar por Eddie, pero saber que se ligaba a otras chicas me destruía por completo.

Claro, a los minutos entraba en razón y comprendía que Eddie era solo un hombre soltero, en otro lugar lejos de su casa, y que probablemente esta era su oportunidad de hacer lo que él quisiera. Y eso también me involucraba.

¿Por qué yo iba a ser especial?

De igual forma, me encontraba llorando como una estúpida en mi habitación, era una tonta por saber lo que era evidente, me dolía tanto y hacía miles de esfuerzos por dejar de pensar en él, pero era imposible. Porque Eddie me estaba marcando en todo aspecto, no sólo me estaba regalando un amor romántico, sino que me regalaba todas esas primeras experiencias crudas y extrañamente reales, tan reales que me gustaban. Como esa extraña sensación que queda en el aire después del sexo. 

Definitivamente sentía más de lo que él podría sentir por mí.

Por otra parte, me causaba curiosidad saber quién era esa tal Juliette. ¿Sería rubia, morena, castaña o pelirroja? Quizás tenía su cabello de colores o quizás era calva, o afroamericana. Cualquier opción resultaba destructiva para mí y si fuera una persona realmente falsa, iría donde Fray y le diría que me gustaría estar con él, pero nada de eso era posible, porque ya no estaba hecha para conformarme con llegar al 50 por ciento.

{...}

— Estaré bien, tío —besé su mejilla—Me quedaré en casa de Grace —le sonreí.

— No aceptes vasos ajenos; en pocas palabras, no aceptes nada de nadie, quizás de Grizzly y de Spencer —Gareth me sonrió y bajé del coche.

LOVERMAN eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora