Capítulo 4

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En el Corazón del Peligro


El club clandestino estaba más allá de lo que Naomi había imaginado. Las luces parpadeantes de neón se reflejaban en las caras de los asistentes, creando un ambiente vibrante pero inquietante. La música era atronadora, y el aire estaba cargado de un olor a tabaco, alcohol y sudor.

Naomi y Tae-Jun se adentraron en la multitud, su corazón latiendo con fuerza mientras sus ojos se acostumbraban a la penumbra. La gente bailaba, reía y hablaba en un murmullo constante, pero en medio de toda esa vida, Naomi sentía que había un aire de peligro que acechaba en las sombras.

—¿Y ahora qué? —preguntó Naomi, su voz apenas audible sobre el ruido.

—Primero, busquemos a alguien que pueda darnos información sobre Kaito. Si hay alguien aquí que lo conoce, estará cerca de la barra —respondió Tae-Jun, moviéndose con confianza entre la multitud.

Naomi lo siguió, intentando parecer tranquila, aunque la tensión corría por sus venas. Sabía que su vida dependía de encontrar respuestas, pero el entorno la hacía sentir vulnerable.

Al llegar a la barra, notaron a un hombre de cabello corto y ojos afilados, rodeado de un grupo de hombres ruidosos. Se reía y levantaba su vaso, y a medida que se acercaban, Naomi sintió una punzada de familiaridad. Era Hiroto, un antiguo asociado de su padre.

—Hiroto —llamó Tae-Jun, alzando la voz para hacerse oír.

El hombre se volvió, su expresión cambiando rápidamente de sorpresa a desconfianza al reconocer a Tae-Jun.

—¿Qué demonios haces aquí, Tae-Jun? Este lugar no es seguro para ti —dijo Hiroto, cruzando los brazos.

—Lo sé. Pero no estamos aquí por mí. Necesitamos información sobre Kaito —respondió Tae-Jun, el tono grave en su voz.

Hiroto miró a Naomi con curiosidad, sus ojos escaneando su rostro.

—¿Quién es ella? —preguntó, frunciendo el ceño.

—Naomi Takahashi —dijo ella, sintiendo la presión de la situación—. Estoy buscando respuestas sobre el asesinato de mi padre.

La tensión se hizo palpable, y Hiroto tragó saliva, claramente afectado por la revelación.

—Tu padre... —susurró, su expresión cambiando a una mezcla de tristeza y respeto—. Lo siento mucho.

—¿Sabes algo sobre Kaito? —interrumpió Tae-Jun, impaciente por obtener respuestas.

—Kaito es un tipo peligroso. Ha estado moviendo piezas en el tablero desde que llegó a la ciudad. Su influencia crece, y muchos de los viejos aliados de tu padre se están alejando de él por miedo —dijo Hiroto, su voz baja y temerosa.

Naomi se sintió un poco más aliviada al escuchar que aún había quienes recordaban a su padre.

—¿Dónde podemos encontrarlo? —preguntó, ansiosa por obtener más información.

Hiroto se detuvo por un momento, mirando a su alrededor antes de acercarse un poco más.

—He oído rumores de que está organizando un encuentro esta noche, en un almacén al sur de la ciudad. Si quieres encontrarlo, ese es el lugar —dijo, su voz apenas un susurro.

—¿Y cómo llegamos allí? —preguntó Tae-Jun, manteniéndose alerta.

—Pueden usar mi coche. No debería levantar sospechas, y no quiero que se metan en más problemas de los que ya tienen —ofreció Hiroto, sus ojos serios.

Bajo la Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora