Revelaciones Oscuras
La sala quedó en un tenso silencio tras la caída de Kaito. Naomi respiró hondo, sintiendo la adrenalina aún recorriendo su cuerpo. Kenji y los demás se acercaron, rodeando a Kaito, que estaba en el suelo, con el rostro pálido por el dolor y la incredulidad.
—No te atrevas a intentar levantarte —dijo Tae-Jun, su voz grave y amenazante mientras apuntaba su arma hacia Kaito—. Has causado suficiente daño por hoy.
—¿Qué piensas hacer? —preguntó Kaito, su tono burlesco apenas escondía su rabia—. No crees que puedes escapar con esto.
Naomi dio un paso al frente, su mirada fija en Kaito. Aunque sentía un nudo en el estómago, la rabia la impulsaba a actuar.
—Tú eres el que no entiende. Esta vez, no dejaré que te salgas con la tuya —dijo ella, apretando la empuñadura de su arma—. No solo estás luchando contra un clan, estás luchando contra mí.
Kaito soltó una risa amarga.
—¿Crees que puedes detenerme? Mi familia ha estado en este negocio por generaciones. Tu padre murió porque no supo elegir sus batallas —respondió él, su mirada fría y despectiva.
Naomi sintió que el estómago se le encogía. Las palabras de Kaito la golpearon como un puño, pero no podía dejar que eso la debilitara.
—Mi padre puede haber cometido errores, pero su legado no terminará aquí —replicó, con determinación.
Justo en ese momento, uno de los hombres de Kenji, Hiroshi, se agachó cerca de Kaito, registrando su ropa.
—¿Qué buscas? —le preguntó Kenji, observando su movimiento.
—Averiguando si tiene algo que valga la pena. No puedo creer que alguien así haya sido un problema para nosotros —dijo Hiroshi, sacando un pequeño teléfono del bolsillo de Kaito.
El rostro de Kaito se tensó.
—No lo toques. Eso no es para ti —gritó, tratando de levantarse, pero el dolor lo obligó a caer de nuevo.
—Vamos a ver qué secretos esconde este juguetito —dijo Hiroshi, mientras encendía el dispositivo.
Naomi sintió que su corazón latía con fuerza. ¿Qué información podría haber en ese teléfono? Kenji se acercó, su mirada fija en la pantalla.
—Hay mensajes de varias personas —dijo Kenji, su voz cargada de sorpresa. Empezó a leer en voz alta—. "La entrega será mañana", "No podemos permitir que la heredera se interponga", "El clan Takahashi debe caer".
—¿Qué significa eso? —preguntó Tae-Jun, frunciendo el ceño.
—Kaito estaba planeando algo más grande que solo un ataque. Había una red de aliados —dijo Kenji, la preocupación reflejada en su rostro.
Kaito sonrió, aunque su expresión era de dolor.
—Lo ves, niña. No estás sola en esto. Hay muchos que quieren que tu clan se hunda. Tu padre nunca lo vio venir, y tú tampoco lo harás —dijo Kaito, su tono burlón.
Naomi sintió que la rabia comenzaba a burbujear en su interior. Sin embargo, Kenji le hizo una señal para que se calmara.
—No te preocupes. No vamos a dejar que eso suceda. Necesitamos investigar esto más a fondo. Hay que descubrir quiénes son esos aliados —dijo Kenji, mientras miraba a su grupo—. Necesitamos actuar rápido.
—No puedes hacer nada. Eres una niña perdida —rió Kaito, la risa llena de desprecio.
—Eres un necio —replicó Tae-Jun, avanzando y apuntando directamente a Kaito—. Esto no es un juego. Te vamos a desmantelar, y tú pagarás por todo lo que has hecho.
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Bajo la Luna Roja
RomanceBajo la Luna Roja es una apasionante historia de amor y peligro en el corazón del submundo criminal de Japón. Naomi, la heredera secreta de un antiguo clan yakuza, se ve obligada a abandonar la vida tranquila que ha conocido tras el brutal asesinato...