Luz en la Oscuridad...

Sombras del Pasado...

"Entre Sombras y Luz"

Por un sendero oscuro te busqué,
y en la penumbra, tu luz encontré.
Mi corazón, perdido y roto, renació,
cuando tu voz, suave, lo alcanzó.

Tú, mi estrella, mi faro, mi guía,
una chispa que arde y me desafía.
Eres la esperanza en la noche más fría,
el cobijo que anhelo, la razón de mi alegría.

No soy de palabras bellas ni versos claros,
pero hay cosas que no puedo dejar en amparos.
Yo, el que siempre huye, el que siempre calla,
quiero ser quien te proteja, quien te acompaña.

Sin ti, la oscuridad me consume, me arrastra,
pero si estás cerca, la sombra se desgasta.
Eres la fuerza que me impulsa a luchar,
y en este laberinto, no me dejaré quebrar.

Te doy este poema, torpe y sincero,
porque eres el calor en un mundo fiero.
No sé si puedo ser un héroe o tu salvador,
pero sí sé que, sin ti, no conozco amor.

Narrador:

La escalera descendía más y más, como si no tuviera fin. Los peldaños de metal estaban fríos bajo los pies de Mono, y el aire se volvía más espeso, cargado de una sensación que le resultaba inquietantemente familiar. La luz del cristal en su mano parpadeaba, proyectando sombras largas y distorsionadas que parecían moverse por su cuenta, como si tuvieran vida propia.

Mientras bajaba, la voz de Six seguía resonando en sus oídos, pero cada vez sonaba más lejana, como si se estuviera alejando de ella. Mono se detuvo un momento, respirando profundamente para calmar el miedo que crecía en su pecho. Cerró los ojos y trató de concentrarse en su voz, tratando de recordar por qué estaba haciendo todo esto, por qué tenía que encontrarla.

Y, como un golpe inesperado, las memorias regresaron.

Hace mucho tiempo...

Narra Mono:

Recordaba un lugar distinto al Nido, aunque no menos oscuro. Un lugar que llamaba "hogar", aunque nunca se había sentido realmente como uno. Las paredes eran viejas y estaban cubiertas de moho, y el único sonido que llenaba el espacio era el del viento silbando a través de las grietas. Allí, era solo un niño, pero nunca estuve solo. Había otros como yo, niños que también se ocultaban en las sombras, esperando que el tiempo pasara. Esperando que el peligro se valla.

Recordar haber estado siempre al borde de huir, con un pie listo para correr en cualquier desliz. Porque había algo en ese lugar que nunca me dejaba tranquilo, una presencia que acechaba incluso cuando no podía verla. Recordaba la sensación de que alguien siempre me estaba vigilando, incluso cuando estaba solo.

"¿Cuánto tiempo puedes seguir huyendo, Mono?", solía pensar. Era una pregunta que resonaba en mi cabeza cada vez que me escondía. Sabía la respuesta, pero nunca se la decía a nadie. Porque si admitía que no podía escapar para siempre, entonces todo se volvería real.

"Yo... nunca quise ser un héroe." susurré, mis palabras se perdían en la oscuridad de la escalera. "Solo quiero escapar. Escapar de todo."

Narrador:

Volviendo al presente, Mono se dio cuenta de que sus pasos se habían vuelto más lentos. Era como si el pasado lo hubiera atrapado de nuevo, forzándolo a revivir aquellos momentos que había tratado desesperadamente de olvidar. Pero no podía detenerse ahora. Six lo estaba esperando, y él era la única persona que podía encontrarla. La única que sabía lo que era estar atrapado en un lugar del que parecía no haber salida.