Recorrí toda la casa después de despertar de una larga siesta y darme cuenta que Antonio aún no regresaba. Es gigante y con un montón de cuartos, me pregunto si más personas viven aquí o solo el.
- Gusta algo de cenar señorita? - preguntó Carmen en cuanto me vio sentada en la sala - No comió nada por la tarde, sería bueno que lo hiciera.
- Está bien, gracias. Puedo ayudarle en algo? No me gustaría quedarme aquí sin hacer nada, estoy muy aburrida - le pedí y aceptó muy contenta.
Preparamos el platillo favorito de Antonio, sé que se pondrá muy contento porque en una de nuestras pláticas me contó lo mucho que extrañaba comerlo y cuanto le gustaba.
- Lleva mucho tiempo trabajando aquí? - pregunté.
- Desde hace un año y medio que el joven se mudó - contestó amablemente.
- Y qué tal? - dije esperando atenta su respuesta.
- Muy diferente que al principio, ahora solo está aquí algunos días de la semana y solo llega a dormir, desayuna y vuelve a irse. No por algo malo precisamente sino por trabajo, ya le he dicho que trabajar tanto no le ayuda mucho. Quién sabe qué come cuando está en el estudio. Los fines de semana está de gira, siempre ocupado - me dijo con un tono nostálgico.
- Lo extraña? - asintió.
- Al principio pasaba mucho tiempo aquí, invitaba amigos y no le importaba trabajar mucho. Luego llegó más fama, más conciertos y más trabajo - hizo un puchero mientras levantaba los hombros y pronto escuchamos su coche llegar.
La puerta principal se abrió, sus pasos comenzaron a escucharse y cuando iba a subir las escaleras, las voces y nuestras risas desde la cocina lo detuvieron.
- Veo que ya se llevan bien - dijo acercándose a darme un beso.
- Y cómo no? Es muy linda Toño, que bueno que la trajiste porque un poco de compañía aquí te hará muy bien - contestó haciendo que me ruborizara un poco - Además me ayudó a preparar lo que te gusta.
- De verdad? - asentí - Pues hay que probar porque muero de hambre, quédese a cenar hoy Carmen y pido que alguien vaya a dejarla más tarde.
- Está bien, hijo.
Pasamos las horas cenando y charlando, al parecer no soy mala cocinera porque sabía delicioso. Nos despedimos y tal como Antonio acordó, le pidió a un chofer que la llevara a casa a descansar.
Ahora solo somos él y yo recogiendo la mesa.
- Deberíamos de dejar todo limpio - dije mientras terminaba de meter los platos al lavavajillas.
- Ya te sientes mejor? - sentí como me abrazaba por detrás rodeando todo mi cuerpo.
- Si amor, no sé que me pasó. Solo no quiero que todo esto afecte tu trabajo - me di la vuelta quedando frente a él.
- Te dije que no pasa nada preciosa, tu tranquila. Mañana después del concierto podemos irnos de vacaciones a donde tú quieras.
- No tienes que grabar el álbum? - dije confundida.
- Puede esperar, primero quiero pasar tiempo contigo - uní mis labios con los suyos y nos perdimos en un beso que poco a poco subía de intensidad.
Me cargó hasta la habitación y recostó mi cuerpo en la cama quedando encima de mi. Sus manos recorrían todo mi cuerpo mientras las mías desabrochaban su camisa.
Pasamos la noche entera entregándonos el uno al otro, hasta que amaneció y decidimos dormir un poco.
Fue hasta que el ruido de un celular nos despertó, Antonio gruñó cuando notó de quién se trataba.
- Que pedo wey? Ahora que - dijo en cuanto respondió - Encárgate de eso Panter, por favor. Ahorita le marco a Caleb y Duarte para que te acompañen - colgó e hizo otra llamada para después volver a meterse en las cobijas y acurrucarme en sus brazos.
- Buenos días mi vida, como dormiste? - dijo dejando un tierno beso en mi mejilla.
- Buenos días guapo, desperté con mucho sueño y tu? - contesté coqueta.
- Pues casi no dormimos chula - carcajeamos.
Nos metimos a bañar cuando nos dimos cuenta lo tarde que era y bajamos a almorzar lo que Carmen había preparado que por cierto, sabía delicioso, se sentía como estar en casa.
- Acompáñame al soundcheck para que no te quedes solita aquí - dijo mientras se levantaba por un poco de jugo.
- Seguro? No quisiera interrumpir - contesté un poco indecisa.
- Para nada amor, vamos que quiero que te conozcan todos porque ya les hablé de ti.
- Está bien! A qué hora tenemos que estar listos para el concierto? Quisiera ir a comprar unas cosas que me faltan.
- Tenemos que estar en el estadio a las 8, podemos ir después de la prueba de sonido y regresamos a alistarnos, te parece? - asentí y me dio un beso.
Pronto tomó las llaves de su coche y salimos hacia el recinto, en el camino escuchamos sus canciones y las de sus amigos. No puedo creer que en tan poco tiempo hemos creado un ambiente cómodo y tranquilo, aunque me daba miedo.
- Que pedo wey, pensamos que no ibas a llegar - escuché a Duarte hablar.
- Ya estoy aquí pues - dijo bromeando con un tono molesto - Les quiero presentar a alguien - mis manos sudaban y no entendía por qué tantos nervios.
- Ella es María - me acerqué a saludar a todos los de la banda.Me recibieron amablemente y algunos no perdieron la oportunidad para hacer pequeñas bromas, es lindo que la persona que quieres te involucre en sus cosas.
Disfruté de ver a Antonio ensayar y haciendo lo que más le gusta, debo admitir que es diferente desde esta perspectiva porque antes lo miraba detrás de una barrera y ahora estoy aquí como su invitada, fácil puedo perseguirlo por todo el escenario.
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ENTRE NOSOTROS / JUNIOR H
Teen Fiction"Bailemos un ratito entre nosotros. Nada serio, pues soy peligroso, te puedo dejar el cora' roto"