seis

109 10 0
                                    

- De verdad tenemos que regresar? - pregunté mientras terminaba de arreglar mis maletas.

- Que más quisiera que nos quedáramos aquí mi vida, pero tengo un concierto - asentí - Además fueron dos semanas increíbles.

Después de Los Ángeles, Antonio se encargó de organizar nuestras vacaciones en San Carlos. No sabía que cuando vivía en Hermosillo compró una casa aquí que tiene una vista asombrosa al mar, sinceramente es una casa muy grande y bonita.

Hace unos días hicimos un recorrido en yate y por la noche preparó una cena romántica con ayuda de Nata que también se encontraba aquí con sus amigos.

* Aquel día...

- Hoy si te pusiste bloqueador? - dije intentando no reírme al acordarme lo mucho que sufrió anoche con toda la comezón que tenía en el cuerpo por no haber utilizado protector solar mientras estábamos en la playa.

- Sigue de burlona eh, pero sí, hoy sí me puse - contestó enseñándome su espalda llena de este.

El conductor le avisó que pronto podríamos bajar a nadar mientras el chef iba a preparar algo para comer. Asintió y se sentó a mi lado envolviéndome en sus brazos, perdiéndose en la vista al mar.

- En qué tanto piensas?

- Lo afortunado que soy por tenerte aquí conmigo - contestó y no pude evitar sonrojarme como niña de secundaria.

- Te quiero mucho, de verdad - dije volteándome hacia el, acaricié su mejilla y nos fusionamos en un beso.

- Yo a ti, gracias por no irte - sonreímos.

- Listo! - gritó el capitán interrumpiendo el momento.

Carcajee y nos levantamos, tomé su mano para acercarnos a la parte por la que podríamos bajar. Ambos nos aventamos al mismo tiempo.

Pasamos las horas nadando y paseando en las motos de agua, realmente estábamos divirtiéndonos. Nos avisaron que ya estaba lista la comida, nos ayudaron a subir y nos pasaron las toallas para secarnos.

Lo notaba demasiado nervioso mientras revisaba el celular de vez en cuando, no entendía nada, pero no le tomé mucha importancia. Anocheció y ya teníamos que regresar.

Llegamos casa y al abrir la puerta, una sorpresa estaba ahí esperándome.

La sala estaba decorada con muchos arreglos de flores rojas y desde la entrada estaba en el piso un camino de pétalos de rosa que nos llevaba hasta la zona de la alberca en donde estaba una mesa decorada románticamente.

- Que es todo esto? - dije emocionada.

- Ahorita lo descubrirás - contestó tomando mi mano para llevarme hacia afuera.

- Wow! Cuándo hiciste todo esto?

- Por eso estuve nervioso todo el día revisando mi celular, Nata y otros amigos se hicieron cargo.

- No tenías por qué amor, muchas gracias - lo abracé.

- No agradezcas mi cielo, vamos a cenar.

ENTRE NOSOTROS / JUNIOR HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora