Las semanas pasaron en un constante ir y venir de conflictos y decisiones críticas. México, a pesar de sus dudas iniciales, había decidido aceptar la alianza con Confederados, pero solo en términos limitados. Su apoyo se limitaba a proporcionar materias primas, productos que podrían ser utilizados por los Confederados, pero que no violaban los acuerdos de neutralidad que había intentado mantener en sus tratos internacionales.
A espaldas de Estados Unidos, México continuaba con este intercambio, manteniendo en secreto los envíos que se realizaban. Por las noches, las caravanas que transportaban los bienes cruzaban la frontera bajo un manto de discreción, y aunque había una ligera sensación de peligro en cada operación, México se sentía seguro en su decisión. No quería armar a Confederados ni involucrarse de lleno en la guerra; simplemente ofrecía un soporte que no lo comprometiera demasiado.
Además, recibía algo de ayuda económica a cambio de sus materias primas.
Para México, la relación con Confederados se había vuelto algo inusual. Al principio había sido un acuerdo meramente estratégico, un intercambio de conveniencias. Pero, con el tiempo, las visitas de Confederados habían comenzado a ser algo más que charlas diplomáticas. Con su actitud narcisista y juguetona, el rubio lograba, de alguna manera, que México se relajara y soltara las tensiones acumuladas por los problemas de su país.
Por otro lado, en el Norte, Estados Unidos enfrentaba una realidad cada vez más complicada. Las batallas contra los Confederados eran feroces, y a pesar de sus esfuerzos, las cosas no siempre salían como él esperaba. Una de las últimas batallas había sido particularmente devastadora; una falla en la estrategia y una emboscada bien planeada por los Confederados resultaron en una derrota significativa para él. Estados Unidos había perdido a cientos de soldados y la moral de sus tropas estaba en un punto bajo.
La derrota no solo afectó a su ejército, sino también a él como representante. Cada golpe en el campo de batalla se reflejaba en su cuerpo: su piel estaba más pálida de lo normal, sus ojos, cargados de cansancio, y su ánimo parecía apagado. Estados Unidos se sentía debilitado, como si la carga de mantener su nación unida estuviera rompiéndolo por dentro. Cada día era un recordatorio de la complejidad de la guerra y de las decisiones difíciles que tenía que tomar.
A miles de kilómetros de distancia, Confederados, por su parte, parecía estar disfrutando de cada momento bastante feliz. En una de sus visitas a México, llegó con una expresión de satisfacción en el rostro, su sonrisa más ancha que de costumbre.
—México, ¡traigo buenas noticias! —anunció al entrar a la oficina de su aliado, sin molestarse en esperar una invitación.
México levantó la vista de sus papeles y lo observó con una ligera sonrisa. No podía evitar sentir que, con el tiempo, Confederados se había convertido en alguien que consideraba más que un simple aliado. Un amigo, alguien con quien podía hablar de temas serios, pero también de cosas triviales.
—¿Qué sucede ahora? —preguntó México, con un tono de interés sincero.
Confederados se recargó en el marco de la puerta con aire despreocupado, como solía hacer cada vez que llegaba con noticias.
—Acabo de ganar una batalla importante —dijo, sus ojos brillando con orgullo—. La emboscada en Antietam fue un éxito, y quería compartirlo contigo. Después de todo, es gracias a tu apoyo que hemos logrado esto.
México frunció ligeramente el ceño.
—Recuerda que lo que te doy son sólo materias primas, nada que pueda involucrarme más de lo debido. —respondió con seriedad, aunque el tono de su voz revelaba cierta cercanía que antes no existía entre ellos—. Además, no me gusta la idea de que estés en el campo de batalla. Puede ser peligroso.
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El Viaje de Dos Colonias (USAMEX) Countryhumans
FanfictionEn la época colonial, los vastos territorios de América estaban bajo el control de las grandes potencias europeas. España gobernaba sobre Nueva España (México), mientras que UK gobernaba sobre las Trece Colonias (USA). Estos dos jóvenes territorios...