En la vasta hacienda de España, los días de Nueva España estaban marcados por la obediencia y el rigor. Siempre era así. Su padre, España, gobernaba con mano de hierro, exigiendo lealtad y sumisión. Las tareas eran interminables, y cualquier signo de desobediencia era castigado severamente. Los castigos físicos y el encierro eran comunes, dejando cicatrices tanto físicas como emocionales en la pobre colonia.- No puedes permitirte fallar. Nuestra herencia es sagrada y debes honrarla con tu comportamiento.
-reiteró el mayor con molestia en uno de sus tantos regaños hacia el más joven.- Lo intento, padre. Pero, a veces es difícil cumplir con todas tus expectativas...
Un golpe estruendoso se logró escuchar, Nueva España con la mano temblorosa se sujetó su mejilla herida. Sus ojos oscuros pero hermosos estaban sediendo ante las lágrimas y el dolor.
- ¡Difícil! No hay lugar para la debilidad en nuestra familia.- notificó con autoridad y orgullo. Él era España, el gran imperio español. Y no debían dejarse llevar por simples estupideces y debilidades. -Cumple con tu deber o enfrentarás las consecuencias, Nueva España. Te lo advierto.
Las palabras de España resonaban en la mente de Nueva España como disparos, recordándole constantemente su lugar en el mundo. Cada día era una lucha por mantener su identidad y dignidad bajo la sombra opresiva de su conquistador.
Adolorido y lastimado se dejó caer en aquel enorme pasillo, solo, siendo los muros los únicos oyentes de sus quejidos y llantos.
Tre-trece...
Pensó en su querido amigo.
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Mientras tanto, en las Trece Colonias, la situación no era diferente.
- Eres demasiado blando. Necesitas aprender a ser fuerte y cumplir con tus responsabilidades.
- Hago lo mejor que puedo, padre- se defendió el de ojos azules. Mal error. UK reaccionaría de una forma violenta.
- Eso no es excusa. Si no puedes cumplir, entonces sufrirás las consecuencias.
Y así lo hizo.
UK no dudaba en usar la violencia para imponer su autoridad. Trece Colonias a menudo se encontraba con marcas de los castigos que recibía, en brazos ,muñecas,hasta en rostro, recordatorios dolorosos de su lugar en la jerarquía familiar y, como Colonia. A pesar de las dificultades, la resiliencia de ambos jóvenes se mantenía fuerte.
Por el momento.
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Meses pasaron y la noticia de la nueva pareja de UK llegó como un susurro inquietante para el pobre Trece Colonias. Francia, una nación conocida por su elegancia y poder, se convertía en una presencia en la vida de nuestro protagonista, aunque todavía no la había conocido en persona, las historias sobre ella despertaban una mezcla de curiosidad y, temor en Trece Colonias.
- Francia estará con nosotros pronto. Espero que muestres el debido respeto y obedezcas sus órdenes.
- Sí, padre. ¿Cómo es la señorita Francia?
- Eso no es asunto tuyo. Lo que importa es que cumplas con lo que se espera de ti ¿Comprendes? -dijo seguido de abandonar la enorme habitación. Trece quedó pensando.
Las palabras de UK no dejaban espacio para la curiosidad. Trece Colonias se sentía inquieto, sin saber qué esperar de esta nueva figura en su vida ¿Sería lo mejor? O ¿Para peor? Definitivamente no deseaba lo último.
O... Sería una oportunidad para tener una ¿Madre?
En busca de consuelo, decidió hablar con Nueva España sobre sus inquietudes. A escondidas, como siempre, salió de su hogar, reuniéndose en el mismo lugar y hora con el otro chico de hermosos ojos oscuros.
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En la oscuridad de la noche, lejos de las miradas vigilantes de sus padres o cualquier otra persona, podían hablar libremente y encontrar en el otro un apoyo incondicional.
- Mira tu ojo, está muy hinchado- se lamentó Nueva España, poniéndole con mucho cuidado un ungüento hecho de romero que el mismo realizó. - Lo lamento. - murmuró triste por la salud de su amigo. Trece Colonias negó con suavidad.
- Ambos estamos en el mismo hoyo - hizo referencia al moretón que igual tenía Nueva España, pero en su mejilla. El de origen azteca sonrió. Trece prosiguió en su hablar.
- Los abusos de mi padre se están volviendo insoportables. Y ahora ha traído a Francia a nuestras vidas. No sé qué esperar..., esto es una mierda.
¿Francia?
Pensó sorprendido Nueva España, había escuchado hablar de ella por España. Ella era una mujer muy poderosa, mordió su mejilla inferior.- Lo siento mucho, Trece Colonias. Mi situación con España no es diferente tampoco como podrás ver.- señaló su mejilla burlón. - Los castigos son constantes y a veces siento que no puedo más. Cada día se vuelve más explosivo, supongo que, por la llegada de mis hermanos es que se comporta así.
- Al menos tenemos estos momentos juntos. Eres la única persona que entiende lo que estoy pasando.
En la penumbra de su escondite, se abrazaron, compartiendo el dolor y la esperanza. A pesar de las dificultades, su conexión se fortalecía, convirtiéndose en un faro de esperanza en medio de la oscuridad.
¿Ya cuánto llevaban de esa forma?¡Ah sí! Casi un siglo juntos!
- ¿Has oído hablar de Francia? Mi padre la describe como poderosa, exigente y hermosa.
- He oído historias, a mi padre no le cae muy bien. Pero también sé sobre su ambición..., ten mucho cuidado con ella.
Las palabras de Nueva España resonaron en la mente de Trece Colonias. La llegada de Francia añadía una capa de incertidumbre a su vida, pero el apoyo de Nueva España le daba fuerzas para enfrentar lo que viniera.
- La tendré...
A pesar de los abusos y las dificultades, Nueva España y Trece Colonias encuentran consuelo en su amistad y deciden apoyarse mutuamente en sus luchas contra las opresiones de sus padres y la llegada de Francia.
- Siempre estaré aquí para ti.
- Y yo para ti, Nueva España. Juntos somos más fuertes, tenlo por seguro.
Mientras se despedían, sentían que su amistad era un ancla en medio de la tormenta. Sabían que los días venideros traerían más desafíos, como ya eran costumbre, pero también sabían que, mientras se tuvieran el uno al otro, podían enfrentar cualquier cosa. Bajo el cielo estrellado, renovaron su promesa de apoyo mutuo, fortaleciendo el vínculo que los unía.
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Fin capítulo 3
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El Viaje de Dos Colonias (USAMEX) Countryhumans
FanficEn la época colonial, los vastos territorios de América estaban bajo el control de las grandes potencias europeas. España gobernaba sobre Nueva España (México), mientras que UK gobernaba sobre las Trece Colonias (USA). Estos dos jóvenes territorios...