Unos meses después antes de cumplir los tres meses de novios, se acercaba la navidad obviamente yo no tendría vacaciones por que no tenía el año de que había entrado a trabajar, así que me tocarían las guardias y solo podría ir con mi familia en las fechas importantes, pero él ya tenía un plan mejor para mí.
-Oye amor, ¿A dónde irás en vacaciones?.- Pregunto cambiando de tema bruscamente.
-Bueno mi familia y yo vamos a ver a mi abuela materna, nos vamos desde el 23 en la tarde y regresamos en 25 en la tarde, ¿Por qué la pregunta?.- Dije con incertidumbre.
-Solo preguntaba, es que la verdad no quiero estar solo sin ti y tu te iras muchos días y no podré verte.- Dijo casi siendo tierno, pero con ese toque de manipulación.
-No pasa nada, podemos hablar por teléfono, además igual tu vas a estar con tu familia.- Dije mientras tomaba su mano.
-¿Y si mejor nos casamos?, así serías mi mujer y no tendrías que ir con tu familia por que nosotros seríamos una familia.- Dijo mirándome a los ojos.
No supe que decir y solo atiné a reírme, él solo me miraba esperando una respuesta.
-Bueno eso hay que pensarlo bien, además creo que es muy pronto como para pensar en eso del matrimonio, ¿No crees?.- Dije.
-Es que no me quieres por eso dices eso.- Dijo con voz chiqueada.
-No es eso amor, solo que si es muy pronto para eso.- Dije insistiendo en que no era tiempo.
-Bueno, ya no insistiré con eso, mejor ya te llevo a tu casa antes de que mi suegrita nos regañe.- Dijo casi rindiéndose a lo que me acaba de proponer.
Así emprendimos el viaje a mi casa, me dejo en el portón de la privada, nos besamos para despedirnos y se fue. Yo no le tomé importancia al tema, pero el si que insistiría con eso y al día siguiente me demostraría su siguiente movimiento.
Al día siguiente la mañana transcurrió tranquila, hasta que iba de camino al trabajo y recibí una llamada.
-Bueno.- Dije al contestar el teléfono.
-Hola amor, ¿Por dónde vienes?.- Pregunto al otro lado de la línea.
-Voy por el Tecnológico de monterrey, ¿Porqué?.- Pregunte por instinto.
-No por nada, solo te quería decir que ya hable con mi mamá y con mi hermano y les dije que me quiero casar contigo, ¿Tú te quieres casar conmigo?.- Pregunto si dudarlo.
Yo simplemente no supe que decir, pero me salió un ¡SI QUIERO!... Y ahí empezó todo.
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Poco tiempo después le dijimos a mi mamá que nos habíamos comprometido, pero creo que ella no nos creyó que realmente lo haríamos, pero estaba equivocada en eso.
Empecé a investigar que papeles necesitábamos para casarnos y como mi mamá se había casado hacía unos meses atrás, pues sabía donde es que nos casaríamos o por lo menos por el civil. Por alguna razón se me habían quitado las ganas de querer casarme por la iglesia, de hacer una gran fiesta y de celebrar con nuestras familias. Sólo nos enfocamos en los requisitos por el civil, rentar una casa, comprar muebles y electrodomésticos, eso era más importante que una tonta y costosa fiesta en la que nunca se satisface a nadie o al menos eso es lo que siempre decía, yo por otro lado solo hacía lo que él decía que estaba bien.
Pasó un mes y ya tenía una fecha para la boda en el civil , empezamos a comprar cosas para la nueva casa, compramos un refrigerador, una base de cama matrimonial, un colchón y poco a poco fuimos comprando las demás cosas, el problema ahora es que no teníamos una casa a la ir a vivir, pero como siempre lo mejor era que yo no me preocupara y dejara que el se hiciera cargo de todo. Antes de que el mes de noviembre se acabara, encontramos una casa en renta en la misma zona donde vivía su mamá, esto según para estar más cerca de ella y del trabajo. Así que al tener una casa decidimos mudarnos 14 días antes de casarnos, ya que la boda civil sería el 14 de Diciembre, justo antes de las fiestas en familia a las que ya no iría.
Un día antes de irnos a nuestra nueva casa, uno de los inversionistas de la empresa organizó una fiesta para todos los empleados a la que asistimos, pero como siempre al estar con sus amigos, empezó a beber y beber, una tras otra, sin parar. Hasta que llego un punto en el que ya no se podía poner de pie y además no se quería ir del lugar.
-Ya no seas mala copa Álastor, tienes que llevar a Ekaterina a su casa y así no lo vas a poder hacer.- Dijo Sebastián mientras lo movía de un lado a otro, pero el ya estaba inconsciente.
-Ekaterina yo creo que lo mejor es que los lleve a un motel por aquí cerca y ya mañana que este bien pues ya ven que onda, ¿Te parece?.- Pregunto esperando una respuesta.
-Es que no se que hacer, pero creo que eso va a ser lo mejor, por que el carro lo dejo en el estacionamiento de la empresa.- Dije tratando de pensar.
-A pues ya mañana pasan por el carro, es mejor a que ahorita lo vea así su mama o te pase a ti algo, ¿No crees?.- Dijo tomando de un lado a Álastor mientras yo lo tomaba del otro lado.
Lo subimos al carro, para después yo subirme del otro lado, durante el camino directo al motel el me preguntaba como estaba y como seguía Álastor, pero el solo venía acostado en un costado y dormido. Llegamos al motel y Sebastián me ayudo a llevarlo al interior del cuarto, me ayudo a ponerlo en la cama de aquella habitación. Después dejo pagada la habitación y se retiró su casa, mientras yo estaba en una fría habitación de motel sin saber que hacer, si dormir o vigilarlo de que estuviera bien.
Durante la noche, mientras dormía escuche como apenas y se podía levantar de la cama para ir al baño, pero llegando a ahí, todo se descontroló. No pudo sentarse en el inodoro, así que se cayo de espaldas a un costado lastimándose y haciendo sus necesidades en aquel helado suelo. Traté de levantarlo, pero era muy pesado y en un momento de lucidez pude ponerlo de pie y meterlo abajo de la regadera. Abrí la lleve del agua fría, para ver si podía bajarle un poco la borrachera que traía y creo que funcionó, por que a los pocos minutos empezó a reaccionar y a preguntarme donde estábamos.
-¿Qué pasó?¿Dónde estamos?, me siento muy mal.- Dijo antes de poder seguir y empezar a vomitar.
-No pasa nada, tu solo saca todo para que te puedas sentir mejor.
Continuó vomitando, hasta que empezó a sentirse mejor y por fin pudo hablar bien y lo pude llevar de regreso a la cama. Ya estando en la cama las preguntas empezaron de nuevo, pero poco tiempo después se quedó dormido y solo esperaba a que llegara la mañana para poder saber que es lo que seguía.
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El ladrón de luz
De TodoEkaterina Mondragón es una chica de 26 años que no cree que exista el hombre perfecto para ella y entonces sin esperarlo del todo se le atravesó un hombre que le mostrará un camino que parece lleno de amor y felicidad, solo que hay un detalle que to...