Habían pasado unos días desde que salimos con Force y Book a la cafetería, y desde entonces las cosas entre Sea y yo habían estado... diferentes. No podía decir que hubiéramos llegado a ser amigos, ni mucho menos, pero las provocaciones de su parte se sentían cada vez más personales. Era como si él estuviera probando los límites, tratando de ver hasta dónde podía llegar antes de hacerme perder el control. Lo peor de todo era que estaba funcionando.
Esa tarde, decidimos reunirnos en mi apartamento para avanzar con el proyecto. La biblioteca era un buen lugar para concentrarse, pero por alguna razón, estar en mi espacio me hacía sentir que podía mantener el control... o al menos eso creía.
—Así que... ¿vives solo? —preguntó Sea mientras echaba un vistazo rápido alrededor del lugar. Se había dejado caer en el sofá sin siquiera preguntar, como si ya conociera el lugar desde hacía tiempo.
—Sí, por ahora. Mis padres viven fuera de la ciudad —respondí mientras organizaba los papeles sobre la mesa. Intenté no prestarle demasiada atención, aunque era casi imposible ignorarlo cuando estaba tan cerca.
—Tiene sentido... te pega ser un solitario —comentó con esa sonrisa de lado que ya conocía bien. Era una mezcla de burla y algo más que aún no podía descifrar.
—¿Y tú? —pregunté, buscando cambiar el tema. No era que me interesara tanto, pero tenía que admitir que había muchas cosas de él que desconocía.
—Vivo con Force, por si te lo preguntas. No es tan mala idea cuando puedes dividir las cuentas y el caos —dijo, encogiéndose de hombros—. Aunque a veces ese idiota me vuelve loco.
—No me sorprende —dije, esbozando una ligera sonrisa.
Justo en ese momento, el timbre sonó. Sabía quién era incluso antes de abrir la puerta. Book tenía la habilidad especial de aparecer justo cuando menos lo esperaba.
—¡Hey, Jimmy! —entró sin siquiera esperar a ser invitado—. He venido a ver si estabas vivo después de todo ese tiempo que pasas encerrado con tus libros.
—Como siempre, dramático —dije, rodando los ojos, pero me alegraba verlo. Book tenía esa capacidad de iluminar cualquier habitación en la que entrara.
Sin embargo, lo que me sorprendió fue que Force lo seguía de cerca, con esa actitud despreocupada que parecía estar siempre adherida a él. No esperaba verlo aquí, y menos con Book a su lado, pero no pude evitar notar cómo Book le lanzó una mirada de soslayo, como si tratara de ocultar algo. Era sutil, pero estaba allí.
—Bueno, parece que la fiesta está completa —dijo Sea, observando la escena con una sonrisa casi depredadora—. Esto va a ser interesante.
Force, por su parte, se dejó caer en uno de los sillones, pero no sin antes intercambiar una mirada intensa con Book, que no pasó desapercibida para nadie en la sala. No sabía qué estaba pasando entre esos dos, pero la tensión entre ellos era palpable. Force lo observaba con ese brillo en los ojos que había visto antes en Sea, una mezcla de desafío y algo más. Book, por otro lado, trataba de mantener la compostura, pero sus movimientos lo delataban. Se notaba nervioso, algo que no era común en él.
—¿Y qué tal va el proyecto? —preguntó Book, rompiendo el silencio incómodo que se había formado.
—Bien, supongo —respondí, sin mucha convicción. Con Sea cerca, nunca estaba del todo seguro.
—¿Bien? —Sea rió por lo bajo—. Vamos, Jimmy, no seas modesto. Nos estamos matando con esto, ¿o no?
—Claro —murmuré, incómodo bajo su mirada, que ahora era mucho más intensa que antes.
La tarde avanzó de forma extraña. Book y Force intercambiaban miradas cada vez más cargadas de algo que no podía identificar del todo, pero que definitivamente estaba allí. A veces, Force lanzaba comentarios provocadores, y Book respondía con su típica seguridad, aunque había algo más en su tono. Era como si ambos estuvieran jugando un juego que solo ellos entendían. Mientras tanto, Sea no perdía la oportunidad de acercarse más de lo necesario. Cada vez que me miraba o me rozaba "accidentalmente", sentía que el aire en la habitación se volvía más denso.
Finalmente, cuando Force y Book decidieron irse, Force hizo algo inesperado. Justo cuando Book se levantaba para salir, Force lo tomó del brazo y, sin decir una palabra, lo atrajo hacia él. No era un gesto brusco, pero tampoco suave. Book lo miró sorprendido, pero no se apartó. De hecho, parecían estar atrapados en una especie de duelo silencioso, como si estuvieran midiendo quién tenía el control en esa situación. Era algo fascinante y perturbador al mismo tiempo.
—Nos vemos, Jimmy —dijo Force finalmente, soltando a Book y dedicándole una mirada cargada de significado.
Book no dijo nada, pero yo conocía bien esa expresión en su rostro. Estaba molesto... y confundido.
Cuando ambos se fueron, el silencio llenó el apartamento. Pensé que Sea se iría también, pero en lugar de eso, se acercó aún más a mí, hasta el punto en que podía sentir el calor de su cuerpo a través de mi ropa. Se inclinó ligeramente, bajando la voz, lo suficiente para que su aliento rozara mi cuello.
—¿Qué crees que está pasando entre ellos? —preguntó, como si fuera una simple curiosidad, pero había algo más detrás de sus palabras.
—No lo sé —respondí, tratando de mantener la compostura.
—Yo tampoco, pero parece interesante, ¿no crees? —murmuró, sin apartarse.
Estaba demasiado cerca. Lo sabía. Y lo peor era que no quería que se alejara. Había algo en la forma en que me miraba, algo que me hacía sentir que estaba jugando con fuego, pero que, por alguna razón, no podía detener.
Sea levantó una mano, rozando ligeramente mi muñeca con los dedos. Fue un toque suave, apenas perceptible, pero lo sentí recorrerme como una descarga eléctrica. No podía moverme. No quería moverme.
—Deberías relajarte un poco más, Jimmy —dijo en voz baja, sus ojos fijos en los míos. Y luego, sonriendo con esa maldita sonrisa de medio lado, añadió—: No todo tiene que ser tan complicado.
Y antes de que pudiera reaccionar, se apartó, tomando sus cosas y dirigiéndose hacia la puerta.
—Nos vemos mañana para seguir con el proyecto —dijo casualmente, como si nada hubiera pasado.
La puerta se cerró detrás de él, y me quedé allí, en el mismo lugar, sin poder moverme. Mi corazón latía desbocado en el pecho, y mis pensamientos eran un completo caos. Algo acababa de cambiar, algo grande... y no estaba seguro de estar preparado para lo que venía.
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Entre libros y señales rojas | JimmySea
Roman d'amourFanfic escolar JimmySea • No se busca dañar a nadie •Trabajo de fan para fans •Mencuon de otro ship como ForceBook "Entre libros y señales rojas" Jimmy siempre ha sido el típico nerd amante de los libros, tranquilo y meticuloso, que evita los proble...