Entre libros y señales rojas | JimmySea

- ¿Qué somos, Force? -

La fiesta había bajado un poco de intensidad para cuando me encontré a Book solo, apoyado contra la barra, con una mirada seria, como si estuviera intentando comprender todo lo que había pasado. Había visto a Force y Book cada vez más cercanos, como si se dejaran llevar sin reservas por esa atracción creciente que tenían, así que me extrañaba verlo tan callado.

Me acerqué y le di una ligera palmada en el hombro para llamar su atención.

—¿Todo bien? —le pregunté, notando que estaba más serio de lo habitual.

Él soltó un suspiro largo y frustrado antes de hablar, mirando hacia algún punto de la pista de baile.

—Lo estaba, hasta que vi algo que me dejó… descolocado.

Le seguí la mirada y noté a Force, que estaba hablando con una chica que no había visto antes en la fiesta. Al principio no le presté mucha atención, pero en un parpadeo, algo sucedió: la chica se inclinó hacia Force y le plantó un beso. La expresión en la cara de Force mostraba sorpresa, como si no lo hubiera visto venir, pero eso no hizo que Book se sintiera mejor.

Sentí el impulso de decir algo, pero no encontraba las palabras adecuadas. Book se quedó en silencio, observando, con los puños cerrados, claramente tratando de controlar sus emociones.

—Book, él… —empecé, tratando de suavizar la situación.

—No, Jimmy. Es evidente que él… simplemente no es lo que pensé —me interrumpió, con un tono de decepción en la voz. Pude ver cómo ese beso, aunque inesperado, le había dolido más de lo que él estaba dispuesto a admitir.

Intenté calmarlo, pero fue inútil. Book dejó su vaso sobre la barra y caminó hacia la puerta, alejándose de la escena. Dudé entre ir tras él o hablar con Force, pero antes de que pudiera decidirme, Force se acercó, viéndome con la misma frustración que Book tenía hace unos segundos.

—¿Viste lo que pasó? Esa chica… ¡ni siquiera sé de dónde salió! —Force habló con un tono urgente, claramente molesto, y me miraba como si buscara una respuesta para solucionar todo el malentendido.

—Lo sé, Force, pero eso Book no lo sabe —respondí, suspirando mientras trataba de explicar la situación—. Se fue antes de que pudiera entenderlo. Vi la expresión en su rostro; está lastimado.

Force suspiró, pasando una mano por su cabello y claramente arrepentido.

—¡Maldita sea! Ni siquiera sé por dónde empezar para arreglar esto. Yo… él me importa, Jimmy, de verdad.

Lo miré, tratando de medir la sinceridad en sus palabras. Había algo en su mirada que me decía que estaba siendo honesto, y en cierto modo, pude entender la situación en la que se encontraba. Quizá no era tan sencillo para él como parecía, especialmente cuando todavía estaba descubriendo lo que sentía por Book.

—Entonces, tendrás que explicárselo y hacerle ver que eres sincero —le respondí—. Si realmente te importa, Force, vas a tener que hacer un esfuerzo por demostrarlo. Book no es el tipo de persona que juega con sus sentimientos.

Force asintió, mordiéndose el labio, como si considerara mis palabras. Entonces, sin decir más, salió de la fiesta decidido a encontrar a Book y aclarar lo que acababa de pasar.

---

Después de unos veinte minutos, Force finalmente encontró a Book en un parque cerca de la fiesta. Book estaba sentado en un banco, mirando hacia el suelo y claramente lidiando con la decepción que sentía. Force se acercó lentamente, dándole su espacio y mostrándose cauteloso.

—Book… —dijo Force en un tono suave, tratando de captar su atención.

Book levantó la vista, y Force pudo ver el dolor en sus ojos.

—No tienes que explicarme nada, Force. Creo que ya entendí lo que hay entre nosotros —respondió Book, tratando de sonar firme, aunque se notaba que sus palabras venían de un lugar de dolor.

Force negó con la cabeza, acercándose más hasta sentarse a su lado.

—No, no entiendes, porque no te he explicado lo que realmente pasó. Esa chica… apareció de la nada y me besó. Yo ni siquiera sabía quién era.

Book lo miró con escepticismo, claramente sin estar seguro de si podía confiar en él.

—Force, si esto es solo un juego para ti, dilo de una vez. No tienes que intentar convencerme de lo contrario.

Force suspiró, y por primera vez, parecía vulnerable.

—No es un juego, Book. Créeme, no es fácil para mí. No estaba buscando sentirme así, pero tú… apareciste en mi vida de una forma en que nadie más lo ha hecho.

Book pareció bajar un poco la guardia, aunque aún no estaba del todo convencido. Se quedó en silencio, mirándolo con detenimiento.

—Entonces, ¿qué somos, Force? —preguntó finalmente, en voz baja, como si temiera la respuesta.

Force le sostuvo la mirada, y con una sinceridad que rara vez mostraba, le dijo:

—Somos dos personas que están aprendiendo a arriesgarse, aunque nos cueste. Porque tú me haces querer arriesgarme, Book.

Un silencio profundo se formó entre ellos, pero esta vez no era incómodo. Book se permitió sonreír un poco, aunque aún estaba dolido.

—Más te vale que no me falles, Force.

Force sonrió de vuelta, y, sin decir nada más, colocó una mano en el hombro de Book en un gesto suave. Book no se apartó. Aunque aún quedaban cosas por aclarar, esa noche parecía que habían dado un paso hacia algo más verdadero, aunque aún estuvieran explorando lo que eso significaba.