Chapter Two

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Después de que los chicos lo dejaran en el aeropuerto, Sergio decidió mandarle un último mensaje a Horner, donde este decía:

"Christian, lo siento. No puedo seguir adelante con el equipo. La situación con Max me ha afectado demasiado y necesito tiempo para mí mismo. Me retiro de Red Bull, perdon por decirtelo asi pero necesito estar lejos de Max y espero que encuentres un segundo piloto. Y gracias por la oportunidad."

Sergio envió el mensaje y se sintió un peso menos. Sabía que esta decisión iba a tener consecuencias, pero necesitaba alejarse de todo.

En los altavoces se mencionó el vuelo de Sergio, por lo cual comenzó a caminar hacia la puerta de embarque. Ya arriba del avión, apagó su celular, cortando así todo contacto con su pasado reciente.

Se sentó en su asiento, miró por la ventana y respiró profundamente, sintiendo que estaba empezando a dejar atrás su dolor. El avión despegó y Sergio se sumergió en sus pensamientos, sin saber qué le deparaba el futuro.

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Ya estando en México, después de pedir un taxi, llegó a su casa. En ella podía sentir la soledad de esta; sentir que ahora estaba solo. La casa que antes estaba llena de risas y momentos compartidos con Max, ahora estaba vacía y silenciosa.

Sergio dejó su maleta en el suelo y se sentó en el sofá, mirando alrededor. Todo parecía igual, pero todo había cambiado. Se quedó allí sentado, sumergido en sus pensamientos, intentando procesar todo lo que había pasado.

La oscuridad de la noche comenzó a caer, y Sergio no se movió. No tenía ganas de encender las luces, ni de hacer nada. Solo quería estar allí, en la oscuridad, con sus pensamientos.

En el último momento, Sergio decidió ir al mini bar que tenía dentro de su casa, tomó un vaso y en él vertió tequila. Agarró el vaso junto con la botella y se fue a sentar al sofá.

Se sentó en la oscuridad, con solo el sonido del licor que se movía en la botella. Le dio un trago largo y sintió el calor del tequila bajando por su garganta. Cerró los ojos y dejó que el alcohol calmara su mente.

Pensamientos y recuerdos comenzaron a fluir en su mente, imágenes de Max y momentos felices que habían compartido. Sergio se sintió abrumado por la emoción y se dejó llevar por el dolor.

"¿Por qué todo salió mal?", se preguntó, con lágrimas en los ojos.

El tequila seguía fluyendo, y Sergio se sumergió en su dolor, buscando olvidar, aunque solo fuera por un momento.

Así estuvo por lo menos unas horas, hasta que se quedó dormido gracias al efecto del alcohol. El vaso vacío se balanceaba en su mano, y la botella de tequila seguía en el sofá, como testigo silencioso de su dolor.

La noche avanzó, y la oscuridad se apoderó de la habitación. El único sonido era el de la respiración de Sergio, lenta y profunda.

Horas después, el sol comenzó a salir, y los rayos de luz se colaron por las ventanas, iluminando la habitación. Sergio seguía dormido, exhausto por el dolor y el alcohol.

La mañana transcurrió sin que Sergio se moviera. Su cuerpo estaba inmóvil, pero su mente seguía trabajando, procesando los eventos del pasado.

De repente, el timbre del teléfono sonó, rompiendo el silencio. Sergio se despertó con un sobresalto, desorientado y con dolor de cabeza.

Sergio se levantó del sofá con esfuerzo, aún sintiendo los efectos del alcohol de la noche anterior. Mientras se dirigía al baño, tomó su maleta y la bajó a su habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Se miró en el espejo del baño y se vio pálido y ojeroso. Se lavó la cara con agua fría, intentando despejarse. La resaca era intensa, pero sabía que tenía que seguir adelante.

Volvió a su habitación y se dejó caer en la cama, exhausto. La maleta seguía en el suelo, recordándole su regreso a México y todo lo que había dejado atrás.

Sergio cerró los ojos y se quedó allí, intentando dormir y olvidar su dolor.

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En toda la casa se podía escuchar el ruido de la puerta principal ser tocada con fuerza, grcais a eso Sergio se levanto de su cama para ir a la entra principal con la poca fuerza que le quedaba camino hacia ella, llegó al lugar y comenzó a quitar los seguros qué tenía en la puerta, cuando abrió la puerta vio a un hombre en traje, se le hacía conocido pero ahora sus pensamientos estaban todos borrosos

El hombre se aclara su garganta para después presentarse.

— Muy buenas señor Pérez, soy el abogado de Red Bull, me hicieron venir para que usted firme su contrato de retiro, así como el de su equipo dentro de la empresa

Sergio trato de entender lo que estaba diciendo aquel hombre, solo hizo una señal para que este entrará a su casa y firmar dichos papeles

Estuvieron hablando de todo lo que venía en el contrato de su despido, el abogado mencionó todo lo que Horner había hablado con él.

Sergio escuchaba atentamente, intentando procesar la información que se le presentaba.

— Como usted sabe, señor Pérez —dijo el abogado—, su relación con Max Verstappen ha sido un tema delicado para la empresa. Horner considera que su distracción en la pista ha afectado negativamente su rendimiento y, por lo tanto, la imagen de Red Bull.

Sergio se sintió un golpe en el estómago al escuchar mencionar a Max. No había esperado que su relación personal afectara su carrera de esa manera.

— ¿Qué condiciones hay en el contrato? —preguntó Sergio, intentando centrarse en lo práctico.

El abogado comenzó a enumerar las condiciones: una suma de dinero por la rescisión del contrato, la devolución de los vehículos y equipos de la empresa, y la obligación de mantener la confidencialidad sobre los detalles de su separación de Red Bull.

Sergio asentía con la cabeza, intentando entender todo. Pero no podía sacar de su mente la imagen de Max y la forma en que todo había salido mal.

Sergio tomó la pluma que el abogado le ofrecía y comenzó a firmar los documentos que le presentaban. Cada firma era como un punto final a su carrera en Red Bull, a su relación con Max Verstappen y a una etapa de su vida.

Mientras firmaba, no podía evitar pensar en lo que podría haber sido. En lo que debería haber sido. La amargura y la tristeza se mezclaban en su interior.

— ¿Esto es todo? —preguntó Sergio, después de firmar el último documento.

El abogado asintió con la cabeza.

— Sí, señor Pérez. Esto es todo. Su contrato con Red Bull ha sido rescindido.

Sergio se levantó de la silla, sintiendo un vacío en su interior.

— ¿Qué pasa con mi equipo? —preguntó.

— Ellos también recibirán una compensación —respondió el abogado—. Pero su relación con Red Bull ha terminado.

Sergio asintió, sabiendo que era el fin de una era.

The King of the Track 《Chewis》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora