Volátil ||Fanfic Wigetta||

CAPITULO 2

¨Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más importante: es mi igual.¨
-Gregg Levoy

-Sólo por esta ocasión te dejé ganar- dijo Luzu mientras bajaba las escaleras de la entrada principal; la lluvia había cesado, pero las nubes continuaban amenazando con descargar su furia en cualquier momento.

-¿Pero qué leches dices tío?, si con una sola mano bastaba para acabarte- guille bufó -no sabes perder- bajó las escaleras siguiendo a Luzu, quien movía su cabeza negando tal afirmación.

Ambos caminaron hasta el coche de Willy, se detuvieron y giraron para verse frente a frente.

-Y ¿A qué hora te irás mañana a San Francisco?- preguntó serio Guille.

- Al mediodía, después de que vaya por ese pringao y pase a dejarlo en su ¨nidito de amor¨- luzu le dio una hostia en el brazo a Willy, quien dio un paso atrás - Regresaré el Jueves, a preparar todo para poder irnos a Las Vegas, espero y usted señor Díaz ya tenga todo arreglado- apretó los labios, alzó las cejas y apuntó con el dedo índice hacia Willy.

-Sí Luzu, pedí unos días de vacaciones, así que no te preocupes macho-

-Vale tío, me regreso a la casa porque Lanita quiere que le ayude a empacar unas cosas, nos veremos hasta entonces-.

Ambos se despidieron, Guillermo se subió a su coche y se marchó.

Aún estaba inquieto por lo que dijo Luzu unas horas antes, no podía creer que Samuel volvería a Los Ángeles, tenía sentimientos encontrados, sentimientos que habían desaparecido hace mucho tiempo, enterrados en lo más profundo de su ser; se reencontraría con esa persona que fue importante en los momentos claves de su vida y entonces aquél nudo en el estómago volvió a aparecer.

Un recuerdo surgió dentro de él, el cómo es que llegaron a vivir juntos; Guillermo pudo estudiar en Los Ángeles gracias a una beca que se ganó por sus excelentes calificaciones en el instituto, aunque esta beca no cubría todos los gastos que iba a tener allá, sus padres le dijeron que se encargarían del resto y así fue; Guillermo vivía en un pequeño departamento cerca del campus junto con un compañero suyo, en un principio no tuvo que preocuparse por las colegiaturas ni por la renta, aunque sí lo hacía con lo de sus útiles y cosas que necesitaba para la escuela, por lo cual se metió a trabajar en una cafetería de medio tiempo, con todas esas entradas de dinero, Guillermo parecía tener todo controlado.

Sin embargo, los problemas comenzaron a surgir apenas iniciado su tercer año de universidad: su compañero de piso se mudó sorpresivamente a Seattle, con lo cual dejó a Guillermo sólo con los gastos de la renta y del departamento, también le comunicaron que la escuela había cambiado sus políticas de último momento y su apoyo por medio de la beca se había reducido considerablemente.

Pero lo peor de todo fue cuando se enteró que su madre había enfermado gravemente y requería de tratamiento inmediato, por lo cual era otro gasto para su padre pero que, a pesar de todo esto, le dijo tranquilamente que no se preocupara, aunque debía encontrar a alguien con quien compartir piso por máximo hasta terminar el año escolar o de lo contrario no podía seguirlo pagando y Guillermo tampoco, pues con su trabajo de medio tiempo no le alcanzaba para tanto.

Comenzó la búsqueda de un compañero de piso, primero en su escuela y con sus amistades de Los Ángeles, pero no encontró a nadie que se interesara por irse a vivir con él; entonces se le ocurrió preguntarle a sus conocidos de Madrid, hasta que logró que alguien se interesara: Héctor, un amigo cercano a él, aceptó la propuesta, ya había terminado de estudiar la universidad y tenía ganas de vivir y trabajar en otro país, aunque esto último no era una prioridad para él ya que sus padres le daban todo lo que necesitara aún si estuviese del otro lado del mundo.