Bazar en Halloween

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#disfraces #halloween #madura #cachos #hetero

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Aprovechando que estamos cerca de la noche de Halloween, les voy a contar algo que me sucedió hace unos cuantos años y que siempre recuerdo por estas fechas.

Había acabado de llegar de una temporada de mochilero por sur américa, llevaba ya dos meses en la casa de mi mamá, sin trabajo y sin mucho esfuerzo de tratar de conseguirlo, pues aún tenía unos cuantos ahorros que había ganado vendiendo fotos de mis viajes para empresas de turismo y unos cuantos otros que me gane en Perú trabajando como modelo.

Harta de verme todo el día tirado en la cama y viendo TV, literalmente me mandó ayudar en el bazar de Halloween de la junta de acción comunal, querían recoger fondos para la escuela de música popular.

Con la ropa sucia y la flojera de ponerme a lavar ropa, aproveche que mi hermano estaba en la universidad y aproveche para pedir prestadas unas cuantas cosas: un pantalón caqui, una camiseta a cuadros, unas gafas pasadas de moda con marco grueso y unos cuantos lapiceros. 

Listo, ya tenía el disfraz perfecto de Nerd. Nada más alejado a la realidad, pero disfraz es disfraz.

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Pedían que llegara a las 8 de la mañana, ni de riesgos iba a madrugar, apenas y apareció a eso del medio día y eso porque mi mamá prácticamente me saco a escobazos de la casa.

Cuando llegué me presenté con Don Hernán, el presidente del comité de convivencia. No sé si al verme la pinta, creyó que con esa cara de juicio no me tomaba ni una gota de licor, si supiera que me tomo hasta el agua de los floreros. 

Estaba en el mismo quiosco con su esposa, mientras que ella vendía los tiquetes, que luego se usaban para reclamar bebida y comida en los otros quioscos, yo me debía encargar de la servir y entregar las cervezas de barril.

Doña Brenda, Es una katana, entradita en años, bastante recatada y hasta tímida, pero con un cuerpo y un culazo, que en esos leggings negros se le veía aún más enorme y redondo. Se había disfrazado de gatica, no de puti-gatica, nada literal de la gatica más tierna del planeta, algo que combinaba con su personalidad.  Orejitas de peluche, nariz maquillada de negro, bigotes delineados y labios rojos hacía que se me parara todo... todo el corazón y las ganas de seguir trabajando. 

Al principio ni me determinaba, pero poquito a poquito le fui entrando hasta que entramos en confianza, sobre todo cuando no había nadie cerca. 

- Doña Brenda, con todo respeto, pero ese disfraz le queda muy bien, toda tiernita

- Ay gracias, usted también le queda muy bien ese disfraz de... --inclinando un poco la cara tratando de adivinar--

- De estrella porno

- Ay no! --reía con algo de vergüenza-- pues como muchacho...

Tartamudeaba viendo mis biceps, mientras cambiaba el primer barril que se había terminado. , 

...de eso no está disfrazado

- Entonces de qué?

- No sé --me lanzo la primera mirada coqueta, enrollando un mechón de cabello en su dedo-- como de niño juicios, así todo inteligente

- Inteligente? --voltee a mirarla muerto de risa-- Claro!

- Pues si tiene pinta, con esas gafitas

Nos interrumpieron la conversa cuando llegaron a comprarle unos tiquetes, se hizo una fila larga y no pudimos hablar mucho, pero ya me mantenía las miradas y sonreía de forma coqueta. 

Entre Fantasía & Realidad #2 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora