21 | UN REGALO

81 7 0
                                    

Se podía palpar el nerviosismo cuando Mike llamó a la puerta de la habitación para entrar y poder ver de nuevo a nuestra amiga en plenas facultades.

-¿Se puede? - Preguntó Mike

-Adelante - Dijo Jamie desde el interior con su voz ya totalmente recuperada y forzando nuevamente la garganta para hacerla más suave y femenina.

Gina, Mike y yo pasamos al interior y allí estaba Jamie, vistiendo aquel camisón de hospital, mientras se incorporaba y se ponía en pie para recibirnos con un abrazo.

-¿Estas contenta? - Preguntó Gina emocionada.

-Mucho... - Dijo entre lágrimas de felicidad Jamie mientras nos apretaba con fuerza para sentir nuestro calor.

Los tres nos mantuvimos abrazados apoyando nuestras cabezas unos sobre otros tratando de darnos fuerzas en esos momentos de felicidad en los que sabíamos que Jamie necesitaba nuestro cariño.

-Tengo que irme ya... - Interrumpió Mike cortando aquel emotivo momento - Pero antes debo explicaros algunas cosas - Continuó en tono serio tomando del hombro a su hija.

Automáticamente los tres nos separamos y giramos nuestra mirada para observar a Mike y prestar atención a lo que debía decirnos.

-Jamie ya ha firmado el permiso para iniciar el tratamiento y ya ha tenido su primera sesión psicológica para evaluar su progresión. De ahora en adelante, durante los próximos quince días deberá venir al hospital para realizarse pruebas de control y por supuesto deberá seguir el tratamiento de forma rigurosa. Cada noche deberá tomar una pastilla - Explicó dándole a Jamie un tarro que contenía aquella medicación - y queda totalmente prohibido tomar alcohol y por supuesto cualquier otra medicina durante el tratamiento - Continuó mirando a Jamie directamente a la cara para terminar clavando sus ojos sobre su hija Gina - Ante cualquier duda o problema no dudéis en llamarme.

- Sí, papá - Respondió Gina con una sonrisa.

-Claro, señor Meyers - Dijo Jamie observando aquel tarro de pastillas - Pero ¿Cómo voy a venir aquí a diario y cómo voy a poder pagar este tratamiento? Debe ser carísimo...

- Charles irá a casa a recogerte cada mañana y te llevará de vuelta por la tarde y por el precio del tratamiento, no te preocupes, yo correré con todos los gastos... - Dijo Mike con firmeza.

- Mu... Muchas gracias... No sé cómo puedo agradecer esto... - Respondió Jamie emocionada.

- No tienes por qué darlas... Lo importante es que seas feliz contigo misma, pero no vayáis por ahí diciendo que regalamos el tratamiento a nuestras pacientes, que eso puede ser nuestra ruina - Bromeó haciendo que los cuatro soltáramos unas carcajadas que sirvieron para restar tensión a la situación.

- ¿Y cuando acabe el tratamiento? - Pregunté con ignorancia.

- Después de los quince días de medicación, su vagina interior ya estará totalmente formada y podrá acudir al hospital para que le podamos realizar una sencilla operación para retirar la piel de su escroto y liberar su nuevo canal vaginal. - Explicó Mike de forma sencilla tratando de no ser demasiado técnico.

-Entonces ¿Cómo podrá orinar? - Seguí preguntando de forma inocente.

-Es simple... Su pene poco a poco irá encogiendo a la vez que sus testículos se diluirán hasta dejar tan solo una fina capa de piel que cubrirá su recién formada vagina gracias a los nano-bots que contienen las pastillas. Mientras tanto, podrá orinar sentada, como cualquier chica por su pene hasta que se convierta en un pequeño clítoris. Una vez llegue el día de la operación nosotros nos encargaremos de abrir un nuevo canal de orina, pero como digo, la operación es simple y no hay de qué preocuparse, lo importante es cumplir con todo el proceso y seguirlo a rajatabla... ¿Está claro? - Preguntó mirando directamente a Jamie de nuevo con una amable sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El verano que me cambióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora