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Claius decidió dejar varios materiales dentro de su casillero, había olvidado rotundamente que el viernes de esa semana, por la noche, se celebraría el cumpleaños de Clawd en el gimnasio, claramente todos sus amigos estaban más que emocionados por hacerle una fiesta sorpresa al licántropo del grupo, aunque fuera simplemente entre los más cercanos.

En la pequeña reunión que tuvieron, semanas antes, Lawrence y Frank insistieron en hacer las decoraciones manuales, dado que encontraron tutoriales muy sencillos de cinco minutos en Fridtube, Lagoona apoyó la idea nuevamente poniendo su encanto para decirles que el esfuerzo de sus propias manos ablandara el corazón de Clawd, que la intención era lo que contaba, palabras motivadoras y lindas a comparación de lo que sugería el joven momia.

- Tks, si fuera por mi hubiéramos comprado todo y nos quitamos de líos.

Arreglo un poco su maquillaje y la máscara de pestañas que todos los días enmarcaba muy bien sus bellos ojos claros, en parte, agradecía tener esto en mente que recordar la riña en casa, el día anterior sintió miedo con el típico cuestionario al que lo sometía su entrometido hermano mayor, pues le vió desde una de las ventanas de la casa bajar de la moto de un completo desconocido.

No fue una discusión realmente, el hermano menor se mantuvo sereno y desinteresado mientras se dirigía a su habitación, solo fue claro al decirle que un maestro le hizo el favor de llevarle a casa, ya que la ruta le quedaba de paso, aunque Neft no estuvo muy satisfecho con las respuestas, lo dejó para dirigirse a otro lado de la casa.

Tampoco esperaba revelar más de lo necesario, esa semana regresaría su padre de su viaje de negocios desde Fanghai, por lo que, esperaba no arruinar su agotador regreso con palabras que solía poner siempre su hermano en su boca. Para deleite de Neft claro, necesitaba avisarle a su padre alguna travesura que haya realizado el rebelde de Claius.

- Que se vaya el cuerno...

- ¿Quién se va a ir al cuerno?

- Dyuce... Buenos días.

- Buenos días cariño.- La Gorgona se acercó y antes de darle un beso en la mejilla tomó ambas manos del joven momia, su respiración era tranquila pero en el agarre, Claius pudo sentir un leve temblor.- Amor, quiero pedirte perdón.

- Perdón ¿por qué?

Afortunadamente el pasillo estaba libre de estudiantes, fue oportuno que haya escogido este momento para hacerlo, o los chismes correrían más rápido que el Nilo.

- Yo.- miró sus manos antes de suspirar y alzar la vista.- sobre el otro día, creía que hacía lo correcto y terminé desplazando a tu persona de una forma muy grosera, es solo que, es complicado hacer planes últimamente, juntos y sabes porque... ¿No?

Ante esas palabras el príncipe egipcio asintió, no era difícil entender que a medida que él iba creciendo, para terminar ese año escolar, también estaba cerca de sus estudios superiores, etapa de su vida que también era amenazada por ser monopolizada por su padre.

Tema de discusión recurrente en el pasado por parte de su novia, no la culpaba en realidad, el también estaba harto de esa parte de su vida.

- Lo entiendo nena, pero para la próxima porfavor consúltame, quiero pasar al máximo mi tiempo contigo, podemos incluso buscar una solución juntos.

Ambos adolescentes se miraron con cariño antes de compartir un casto beso como reconciliación, las cosas se hubieran arreglado en ese momento, la brecha entre ambos se hubiera dejado de existir, de no ser por Claius y su buen olfato.

El teléfono de la Gorgona sonó momentáneamente, ella miró la pantalla antes de sonreírle a su novio, que estaba esperando un abrazo para consolarse.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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Por amor al baile [ male reader ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora