Sevía a una chica y a mi viendo la televisión en eso se escuchó alguien
Chico:por fin llegó
Dijo un chico peli nergo con ojos cafés abriendo la puerta miro tres cajas a fuera de puerta en eso el chico agarro las tres cajas y las puso en la mesa y las abrió sacando tres casos extrñoas en eso yo me aserco
Yo:que es eso Felipe
Eso el chico a hora llamado Felipe me miro y la chica
Felipe: bueno ésto es un casco de realidad virtual
Yo:que cosa?
Dije confundido
Nota: estamos en la momento de se iso la realidad virtual fin del la nota
Felipe: bueno mar
Felipe nos explica a mi a la chica que es el realidad virtual
Chica:es seguro
Dijo la chica con un poco de porcupasion
Felipe:es seguro Yesica no porcupes
Yo: vamos Yesica esta va estar chida
Dije emocinado
Yesica: bueno confío en ti
Los tres nos pusimos el casco de realidad virtual pero en eso los cascos comienzo sacar yispas de la nada todo se puso nergo eso eso abrí los ojos y era un lugar oscuro
Felipe:donde estamos?
Yo:no se
Yesica:no mames wey es muy oscuro
Yo:si no me dices no me doy cuenta
En eso apareció un hombre con barba
Señor:hola hijos mios
Felipe:como que hijo papa eres tu Porfin volviste comprá la leche
Dijo Felipe con inocencia mientras yo y Yesica lo miramos con cara de que inocente
Yesica: bueno dejado a mi amigo de lado quieres eres tu
Señor: bueno soy dios y estan muertos
Nos quedamos en Shok pero eso fui en primera en reaccionar
Yo: bueno voy al cielo o al infierno?
Yesica:no mames
Felipe: noooooo me mori virgen
Yo/Yesica: confirmado Felipe es virgen
A dios le salió una gota de sudor por la escena
Dios: bueno los voy inviar al mundo vtubers/youtubers/stremes
Los tres:que es eso
Digamos los tres confundido
Dios:asi volvide que es tres viene del momento que iso el primer video en Youtube y las otras casa
En eso Dios les mando la información sobre vtubers/youtubers/stremes
Yo/Felipe/Yesica:eso es genial
Dios:y que quieres ser?
Los tres:vtubers y youtubers stremes(como se escriba)
Dios: okey
Dios chasquio los dos asiendo que nosotros desaparezcos
Fin del prólogo