Advertencia: mención de tortura, secuestro, disparos, sangre
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Desde que había entrado a la unidad de victimas especiales fue innegable la química que surgió entre ambas, a pesar de que era su jefa no pudo evitar enamorarse de ella, claro que una relación estaba lejos de ser posible, pero si no dañaban a nadie ¿Qué mal tenía?
Phoebe había encontrado una manera de acercarse a la mujer, pues era de poca paciencia por lo que constantemente estaba siendo demasiado sarcástica y elocuente para sacarla de quicio. Tiró tanto de la cuerda que luego del turno de ese día ambas terminaron en el departamento de la menor arrancándose prácticamente la ropa hasta caer en la cama donde tuvieron sexo durante toda la noche.
Al despertar la mañana siguiente observó a su lado con una sonrisa esperando encontrarse a Olivia y continuar lo que quedó de la noche anterior, pero sintió su corazón doler al notar que se encontraba desnuda y sola en su cama...sin una nota, ni un mensaje que explicara la huida de la mujer que amaba.
Suspiró antes de levantarse, pues al ver la hora en su teléfono se dio cuenta que si se quedaba un segundo más lamentándose en su cama llegaría tarde al trabajo y como muchas cosas que compartían con Olivia, sabía que odiaba la impuntualidad. Al parecer el universo estaba completamente en su contra ese día, su teléfono descargándose, el agua fría no ayudaba y el que su auto no arrancara fue el cumulo de malas decisiones la llevó a finalmente tomar el metro con la terrible realización de que no llegaría a tiempo.
Al cruzar las puertas de la oficina vio a Olivia completamente molesta caminando de un lado al otro, respiró hondo sabiendo que no sería un día fácil...pero cuando su mirada se encontró con la de la mujer mayor, sintió que iba a ser mucho menos que fácil. El resto de sus compañeros se tensaron al ver la ira incrementar en el rostro de su jefa al ver a la joven Brown entrar completamente sudada a la oficina.
- A mi oficina, ahora – Olivia no le dio tiempo a nada
- Si, jefa – asintió rápidamente dirigiéndose allí
Una vez que estuvieron dentro las cosas no parecían que mejorarían o que se trataba de una broma que le estaba haciendo, pensó seriamente en hacer un comentario descartándolo en el instante en que vio el mal humor crecer en los ojos de la mujer que amaba. Olivia había tenido una pésima mañana pues después de la increíble noche que había compartido con Phoebe entendió que la amaba más de lo que podía manejar, por lo que salió escapándose de ahí pensando que podría dormir mejor en su departamento, desde luego que no pudo y eso solo empeoro su mal humor.
- Espero que tenga una explicación para llegar tarde agente Brown – la miró cruzándose de brazos
- Mi teléfono se descargó, mi auto no arrancó y el metro demoró más de lo normal – respiro hondo – de verdad lo siento jefa
- El que nos hayamos acostado anoche no significa que voy a excusarte de tus faltas – la joven abrió sus ojos sorprendidas - ¿pensabas sacar provecho de eso?
- Por supuesto que no – sintió la bilis subir por su garganta ante esa posibilidad – no fue por eso que me acosté contigo
- No me importan tus razones, ni tus excusas – negó mirándola seriamente – estás suspendida tres días
- Pero...Olivia – se arrepintió en el momento en que abrió la boca – yo...
- Tú nada, agente Brown – apoyó sus manos con enojo sobre su escritorio – puedes dejar tu arma y tu placa, en tres días si llegas puntual vamos a tener nuevamente una conversación
- Entendido, jefa – asintió dejando su placa y su arma – de verdad siento esto
- Sí, como digas – negó sin creerle realmente – ahora puedes retirarte, los adultos tenemos trabajo que hacer