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— Se está tardando mucho ¿No creen? — La practicante caminaba de un lado a otro viendo cada cinco minutos su teléfono en busca de una notificación del abogado.

Sentía los nervios a flor de piel y juraba que podría desmayarse en cualquier momento. Sus amigos la observaban desde el sofá con sonrisas suaves ante la graciosa imagen, ante sus ojos lucía como un conejo saltando de un lado a otro, impaciente y tembloroso.

— Solo pasaron cinco minutos de la hora acordada. — Bufó Nobara con ironía. — Cálmate o te ataremos a una silla.

_____ se encogió en su lugar, recibiendo un suspiro por parte de la castaña. Yuta, que hasta el momento había estado callado, se incorporó del sofá con una sonrisa comprensiva.

— ¿Por qué no te sientas un rato? — Le sugirió con tono amable, señalando el lugar vacío a su lado. — Dudo que Higuruma te haya olvidado tan pronto.

La practicante soltó un pequeño resoplido, pero al ver las miradas entre divertidas y preocupadas de sus amigos, cedió con un movimiento de hombros y se dejó caer pesadamente en el sofá, justo entre Yuta y Nobara.

— No entiendo por qué te pones así, ______. — Nobara se cruzó de brazos, arqueando una ceja. — Parece que fueras a enfrentarte a un juicio y no a una cita... O algo por el estilo.

— ¡No es una cita! — Respondió rápidamente, sintiendo cómo el calor le subía al rostro.

— Actúas como una adolescente que nunca antes había tenido una experiencia previa ¿A caso olvidas su picante primer encuentro? — Se burló picandole la mejilla, la contraria sentía que en cualquier momento podría morir de vergüenza.

— Es un contexto diferente. — Se escusó abultando sus labios y mostrando una expresión pensativa. — No tenemos una relación simplemente carnal, y no es que hayamos tenido pocas oportunidades para aprovechar... — Murmuró con las orejas rojas.

— Me imagino que ha de ser difícil tenerlo cerca y no poder inclinarte sobre su escritorio mientras él te- — La practicante cubrió su boca evitando que terminara la frase para ahorrarse el momento vergonzoso.

— Ya te he dicho que no busco eso... No por completo, al menos. — Yuta rió ante su confesión en voz baja.

El silencio los invadió momentáneamente, el par de ojos posados sobre ella mientras nuevamente su mente comenzaba a dar rienda suelta a pensamientos y recuerdos de todo tipo, instintivamente elevó sus dedos para morder sus uñas, aún cubiertas por los guantes, y unas mano masculinas la frenaron lentamente.

— Todo saldrá bien. — Murmuró el hombre de manera reconfortante, su nariz casi rozando las mejillas rojas. — Y si no es así, estaremos aquí para tí.

La practicante sintió un cosquilleo en el pecho ante las palabras de Yuta, sus manos aún sobre las suyas, lo que la ayudaba a calmarse, aunque su mente seguía a toda velocidad. Antes de que pudiera responder, su teléfono vibró en sus manos. El corazón le dio un vuelco, y tanto Yuta como Nobara se inclinaron hacia ella, expectantes.

— ¿Es él? — Cuestionó Yuta, tratando de contener la risa, casi mas emocionado que ella.

_____ miró la pantalla y, efectivamente, era un mensaje de Higuruma. Las palabras eran breves y concisas, como siempre, pero lograron calmar una parte de su ansiedad.

“Estoy a cinco minutos. No te preocupes.”

Un suspiro escapó de sus labios, y de pronto toda la tensión que había acumulado en las últimas horas pareció evaporarse.

— Está cerca. — Anunció con una sonrisa débil, mirando a sus amigos. Nobara hizo un gesto triunfal.

— ¿Ves? Te preocupas demasiado. Ahora, relájate un poco. No querrás que te vea hecha un desastre.

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⏰ Última actualización: Oct 17 ⏰

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𝐎𝐡 𝐌𝐲 𝐁𝐨𝐬𝐬! || 𝐇𝐢𝐫𝐨𝐦𝐢 𝐇𝐢𝐠𝐮𝐫𝐮𝐦𝐚 ᝰ.ᐟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora