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_____ sintió su estómago retorcerse y las náuseas presentarse otra vez, dió su mejor sonrisa ante el abogado tratando de no evidenciar lo avergonzada que se sentía. Se presentó formalmente extendiendo su mano la cual al ser recibida le dió una corriente eléctrica familiar empeorando su cabeza. Higuruma dió un paso al lado pidiendole amablemente que pasara y tomara asiento en la silla frente al escritorio de madera oscura mientras él buscaba sus documentos en un cajón de ésta. La jóven lo veía con atención y recelo, él parecía demasiado tranquilo par haber compartido un momento tan íntimo con ella hace unos días atrás y encontrarla en una situación como ésta, teniendo que ver su rostro básicamente todo el tiempo. Al encontrar una carpeta de color oscuro tomó asiento frente a ella y la abrió con una pequeña sonrisa amigable.

— Te explicaré un poco que harás aquí, así que escucha con atención ¿Sí? — Exclamó con una sonrisa para alivianar el ambiente, pero era imposible que la postura rígida de la jóven se deshaciera con tanta facilidad.

_____ veía como los labios de Higuruma se movían pero no podía oír nada, si bien por fuera mostraba una sonrisa normal por dentro moría de vergüenza y no entendía porqué el hombre estaba tan calmado ¿A caso no la reconoció? ¿No la recordaba? ¿O simplemente estaba fingiendo demencia? Demásiado pensamientos llenaron su cabeza mientras la voz del hombre sonaba de fondo en alguna parte, no sabía que hacer, se sentía perdida y tan solo era el comienzo de todo.

— ¿Te encuentras bien? Estás algo pálida. — La jóven levantó la vista encontrándose con la mirada preocupada del abogado.

— Yo... Estoy bien, solo estoy algo nerviosa. — Sonrió por lo bajo viendolo como Hiromi se levantaba de su asiento para regresar con un pequeño vaso de agua y entregárselo.

La estudiante lo acepto y el hombre vió como sus manos temblaban levemente. Luego de eso volvió a tomar lugar frente a ella.

— Entonces ¿Tienes dudas?

— Por el momento no. — En realidad solo había oído la mitad de lo que dijo el abogado.

— Entonces déjame darte un recorrido por el edificio para que lo conozcas mejor y te familiarices con él. — Se levantó y abrió la puerta dejando pasar primero a la jóven. — Después de todo pasaremos mucho tiempo aquí, juntos.

_____ sintió un escalofrío recorrer su espalda, si bien el tono que había usado el hombre no era para nada sugerente y más bien iba para el lado amigable, fue imposible no que la mente de la chica no lo tomara mal.

— Supongo que sí...

• • •

El día había terminado, realmente no hubo mucho ya que Hiromi le mostró el lugar a _____ con cuidado y luego de eso volvió a su trabajo el cuál la chica admiró y ayudó con dedicación casi olvidando el malestar de antes, sus nervios desaparecían de a poco pero aún no comprendía el comportamiento de su tutor. Sabía que algo escondía y conocía muy bien ese mal presentimiento. Por otro lado Higuruma le comentó que ese día lastimosamente su equipo no se encontraba con él debido a que cada uno estaban atendiendo su labor, así que el día de mañana estarían presentes y la estudiante podía conocerlos mejor.

_____ decidió contactar a su amiga e ir por un trago pero sin dejarse llevar debido que mañana tendría que estar presente de nuevo en aquel edificio, solo quería saber el punto de vista de Nobara y una opinión más realista de Yuta (puesto que muchas veces era más sensato que la castaña), marcó el número de su amiga que fue contestado con rapidez.

— Oye, necesito un trago. — Suspiró, pudo oír como Nobara tarareaba un pequeño ruido de confusión.

— Debió haber ocurrido algo malo como para que quieras tomar en día de semana, dime dónde estás y pasaré enseguida.

Luego de unos minutos el par se encontraba camino al bar, a pesar de que aún era algo temprano y el sol comenzaba a ocultarse podían contar con que el negocio estaría abierto para su suerte. Al entrar fueron recibidas amablemente por el pelinegro, sabía que si estaban allí ese día y a esa hora debía ser alguna emergencia en dónde alguna de las dos necesitaría una charla por lo que no se separó de ellas y comenzó a preparar algo suave y de su agrado, las conocía bien.

— Ok, hablen. — Enunció dejando el par de daiquiris frente a ellas.

— Eh... — El par de ojos cayó sobre la practicante poniéndola aún más nerviosa, tomó un trago del cóctel para alivianarse y suspiró para finalmente hablar. — ¿Recuerdan al hombre misterioso de traje?

El par asintieron mirándola con atención sin dejar pasar ni un detalle.

— Pues resulta que... Es mi tutor. — Susurró lo último con vergüenza y bajando la mirada.

El silencio se presentó unos segundos para luego oír como ambos se sorprendían llamando la atención de los presentes por un segundo.

— Mierda, te dije que tenía un presentimiento. — Golpeó la mesa asustando al chico.

— Es una sorpresa ¿Cómo lo tomó él? — Preguntó limpiando un vaso angosto.

— Eso es lo más sorprendente, ni siquiera se inmutó cuando me vió. — Levantó la voz algo indignada. — Cuando lo ví quise desaparecer allí mismo, pero cuando comenzamos a hablar parecía demasiado tranquilo, como si fuera la primera vez que nos vimos. —  Intercambiaron miradas confundidas entre los tres.

— Tal vez no lo recuerda. — Exclamó Yuta.

— Tal vez solo finge no conocerte ¿Realmente no ha dicho nada sobre eso? ¿Una insinuación o algo así?

— Para nada... Simplemente es como si nada de eso hubiera pasado.

— Podría ser... ¿Su gemelo? —Ambas vieron a Yuta con una ceja levantada y se encogió en su lugar.

— Imposible, se llamaba igual. — Suspiró y apoyó su cabeza en el dorso de su mano. — Es muy extraño... Solamente a mí me ocurren estás cosas.

— Mañana debes ir otra vez ¿No? Deberías encararlo y quitarte la duda si tanto te molesta. — Yuta asintió apoyando a la castaña.

— No es como si me importara mucho en realidad... — Desvió la vista y ambos la vieron con sospecha. — Pero vamos ¿Por qué actúa así? ¿Habré hecho algo malo? — Nobara acarició su espalda brindándole apoyo.

— Tranquila... Tal vez era demasiado pronto para hablar de eso, no es como que se hayan conocido en circunstancias más... Normales.

— Deberías esperar unos días a qué tengan más confianza y tal vez lo comente ¿Tú qué harías en su lugar? — La chica pensó unos segundos.

Tal vez estaba siendo muy dramática y el hombre solo quería ignorar el hecho de que tuvo un encuentro tan íntimo con alguien a quien luego guiaría en su trabajo, tal vez solo esperaba el momento exacto para sacar el tema, pero si era así ¿Por qué no dar un indicio de que luego hablarían de eso? Un mínimo comentario que aclarare sus dudas hubiera sido más efectivo que simplemente ignorar lo sucedido.

— Creo que no sobreviviré. — Dejó caer su cabeza en la barra recibiendo golpecitos de apoyo, ésta vez, por parte de Yuta.

— Pues entonces insiste, el hombre no debe tener huevos para hablarlo directamente. — Okkotsu vió a la diseñadora con una mueca de incomodidad.

— No saquemos conclusiones precipitadas, tú solo enfócate en hacer el mayor esfuerzo en tu trabajo y disfrutarlo. — Le dió una sonrisa sincera y radiante a modo de apoyo, _____ sintió su corazón ser abrazado por la calidez de su amigo.

Pensó nuevamente en las palabras de Yuta y decidió calmarse, si las cosas no resultaban bien por lo menos tenía la certeza de que habría dos personas que estaban dispuestas a escucharla y apoyarla. Aunque muy en el fondo ese miedo y duda dentro de ella no iba a desaparecer tan fácilmente, solo esperaba poder ocultarlo bien.

𝐎𝐡 𝐌𝐲 𝐁𝐨𝐬𝐬! || 𝐇𝐢𝐫𝐨𝐦𝐢 𝐇𝐢𝐠𝐮𝐫𝐮𝐦𝐚 ᝰ.ᐟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora