Tuvieron que pasar 2 semanas para que Johnny advirtiera a Ten sobre cuándo irían a la tierra de viaje. No podía ser un viaje sorpresa, aunque le hubiese gustado a Johnny, pero debían de dejar todo en condiciones óptimas para que León pudiese pasar 3 días solo encerrado en la habitación de Ten. A diferencia de las escapadas a comprar productos para el gato o la vez que fue a buscar como solucionar sus diferencias con el ángel, esta vez sí pidió permiso a su padre para poder abandonar el infierno. El señor de la lujuria no estaba por la labor de dejarle ir, su reino peligraba sin Johnny en el castillo, pero su madre, Lilith, habló con él haciendo que este accediera a solo poder ser un máximo de 3 días para que su ausencia no fuese percibida por otros demonios superiores.
A primera hora de la mañana para ellos (ya que el concepto de día y noche en el infierno era diferente, al no tener un sol que les guiase, si no un flujo de magma que se calentaba o se enfriaba iluminando más o menos dependiendo de la tierra), ambos fueron a la parte posterior del castillo donde estaba un portal de cambio de dimensión como el que también tenían en el cielo. Johnny le explicó que este solo se activaba con el poder de un demonio superior por lo que Ten no era poseedor de este poder y que solo él podía activarlo en esa parte del infierno. También agregó que a diferencia del portal que usaban en el cielo, este no era preciso y solo te teletransporta a un sitio aleatorio de la tierra o incluso podía ir a un sitio aleatorio del cielo, pero hacía miles de años que un demonio no ponía un pie en el cielo. Ellos no tenían nada que hacer allí arriba y preferían que ese trabajo de decidir que era bueno y malo lo decidiesen desde allí arriba. Johnny pidió que ambos permanecieran invisibles ante los ojos de los humanos hasta comprobar si aquella zona a la que fueran en la tierra era segura. Luego irían a comprar algo de ropa y buscarían un sitio donde dormir aquella noche.
El portal del infierno era diferente al del cielo, era fácil apreciarlo a simple vista. Mientras el del cielo era un agujero Inter-dimensional donde ellos tan solo se dejaban caer hasta su destino, el del infierno parecía más como un pozo de arenas movedizas. Johnny empezó a entrar poco a poco, dejando que toda la arena lo cubriese de pies a cabeza hasta desaparecer por completo. Cuando Ten ya no podía visualizarlo imitó sus pasos. Poco a poco fue entrando hasta que la cabeza estaba bajo la fina arena. Esta empezó a entrar en su boca y nariz, causando una falsa ilusión de ahogamiento. Ten intentó echarse atrás y volver a la superficie de la arena, pero no podía, quería gritar, pero tampoco lo conseguía. Todo empezó a darle vueltas hasta que de repente, ya no sentía nada más que el suelo bajo sus pies. Permaneció con los ojos cerrados inhalando fuertemente el aire a su alrededor hasta que una mano se puso sobre su hombro. Abrió los ojos para encontrarse frente a él a Johnny con apariencia humana.
Esta era la segunda vez que lo veía así. No dejaba de sorprenderle el cambio físico que sufría el demonio a un chico humano. Era más bajo (pero sin llegar a ser considerado de baja estatura o más pequeño que Ten, en sí, seguía midiendo más de quince centímetros que él) con los ojos miel en vez de negros y con la piel ligeramente bronceada en contraste con su color de piel pálido y con sus extremidades negras. Ahora este tenía unas manos grandes con los dedos un tanto cortos y gorditos. La ropa que llevaba, al ser la de su versión demoníaca, le venía un tanto grande, teniendo que aguantar los pantalones con la otra.
—¿Todo bien? — preguntó Johnny.
Ten asintió con la cabeza antes de fijarse en la parte de atrás de Johnny. ¿Aquello eran las famosas casas humanas? Por detrás de él escuchó música, girándose a ver que había a su espalda. Allí había muchísimos humanos de todas las edades, algunos con bolsas en las manos acudiendo a unos sitios medio cerrados, llenos de objetos y alimentos. Otros hablan entre sí de forma animada mientras reían.
Aquello fascinó a Ten, algo tan simple y diferente a lo que él estaba acostumbrado.
— Vamos, tenemos que buscar un sitio donde comprar ropa para poder vestirnos como personas normales. Esta zona parece suficientemente segura para pasar unos días aquí. — Dijo Johnny antes de andar calle arriba.
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Fallen Angel (JohnTen - DoTen - JohnDo)
Viễn tưởngTen siempre había sido diferente a los otros ángeles. Ninguno lo respetaba a excepción de su mejor amigo Doyoung. Pero después de la gran ceremonia, un gran secreto se destapó teniendo Ten que caer al infierno. ESTA HISTORIA TRATA TEMAS SENSIBLES C...