Amor de locos

La Huida"**

**Escena 1: La Fuga del Orfanato**

Larisa y Miriam corrían a toda velocidad, el eco de sus pasos resonando en las calles. El aire fresco de la mañana las llenaba de adrenalina mientras sus corazones latían con fuerza.

“¿Hacia dónde vamos, Larisa?” gritó Miriam, tratando de mantener el ritmo.

“No lo sé, solo corre. ¡No podemos permitir que nos atrapen!” respondió Larisa con un tono decidido, sin mirar atrás.

**Escena 2: La Confrontación Inminente**

Detrás de ellas, Don Elián observó cómo se escapaban. Su rostro se tornó pálido de ira y preocupación. “¡No! ¡No! ¡No!” gritó. “¡¿Qué están haciendo?! ¡Atájennas!”.

Uno de los hombres a su lado, un tipo robusto y con aspecto amenazante, lo miró. “¿Acaso se te va la cabeza, Don Elián? Si no las atrapamos, será tú quien enfrentarás las consecuencias”.

“Mira, tenemos que hacerlo ahora. Si ellas cuentan lo de nuestros tratos...”, comenzó a balbucear Don Elián, preocupado.

“¡Cállate y reflexiona! Si no atrapan a las chicas, el problema seré yo. ¡En acción, ahora!” el hombre le cortó la palabra, golpeando su puntero contra la palma de la otra mano.

**Escena 3: La Carrera en las Calles**

Mientras tanto, Larisa y Miriam se adentraron en un callejón, tratando de ocultarse detrás de un par de cartones. Ambas respiraban entrecortadas, sus corazones todavía acelerados por la adrenalina.

“No puedo creer que realmente estamos haciendo esto. ¿Dónde estamos? ¿Por qué no hay nadie que nos ayude?” cuestionó Miriam, los ojos llenos de lágrimas.

“Vamos, Miriam, tenemos que ser fuertes. Hay gente por aquí. No podemos rendirnos,” contestó Larisa, con la voz firme. “Tienes que confiar en mí”.

**Escena 4: El Escape y la Indecisión**

De repente, los gritos de los hombres resonaron a lo lejos. “¡No se dejen engañar! ¡Las chicas van hacia allí!” uno de ellos bramó, haciendo eco en el callejón.

Miriam se tapó la boca con ambas manos, asustada. “¿Nos encontraron?”

“No, no todavía. Pero necesitamos un plan”, respondió Larisa, mirando a su alrededor. “Debemos salir de aquí.”

“Mira, ahí hay una puerta,” dijo Miriam, apuntando a una entrada tenue que apenas se distinguía entre las sombras.

“Vamos, rápido. Confiemos en que todavía nos queda algo de tiempo", dijo Larisa mientras empujaba a su amiga hacia la puerta.

**Escena 5: Escondidas en la Oscuridad**

Las dos chicas entraron en el pequeño edificio. Una sensación fría y oscura las envolvió mientras se escuchaban los pasos de los hombres acercándose afuera. Encontraron un rincón detrás de unas viejas cajas.

“Si nos encuentran aquí, estamos acabadas. No quiero volver al orfanato,” murmuró Miriam, desbordando angustia.

“¡Shhh! Silencio, por favor,” dijo Larisa, apretando suavemente la mano de su amiga. “Lo haremos juntas. Siempre, ¿recuerdas? No importa lo que pase.”

**Escena 6: Decidiendo el Futuro**

El sonido de las voces de los hombres resonaba en el exterior. “Seguramente se metieron aquí. ¡Cuiden las salidas!” uno de ellos ordenó.

“¿Y si nos atrapan, Larisa?” preguntó Miriam, con lágrimas recorriendo su rostro.

“Si eso pasa, lucharemos. Siempre lucharemos,” respondió Larisa, enderezando su espalda, su espíritu aún ardiente. “No sé a dónde ir a partir de aquí, pero creo que debemos seguir corriendo hasta que no podamos más”.

**Escena 7: La Resiliencia de la Amistad**

Los hombres comenzaron a revisar habitaciones cercanas. “Tengo miedo, Larisa”, admitió Miriam.

“Yo también, pero tenemos que ser valientes. Esto es por nuestra libertad. Y mientras estemos juntas, siempre encontraremos la salida”, dijo Larisa, sintiendo cómo la fuerza de su amistad la empujaba a seguir adelante.

Con un último vistazo a la oscuridad del pasillo, Larisa miró a Miriam y sonrió. “¿Lista para correr de nuevo?”

“Siempre estaré lista contigo a mi lado,” respondió Miriam, y juntas, con el corazón palpitante, esperaron el momento adecuado para escapar una vez más al mundo.

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