Amor de locos

Las chicas estaban a punto de cruzar la puerta de salida, el corazón latiendo a mil por hora, cuando de repente, el sonido de pasos firmes resonó por el pasillo. Marcos, el temido hombre que había amenazado a Don Elian, apareció con una sonrisa arrogante en su rostro.

**Marcos:** "¿Qué tenemos aquí? ¿Pensaban que podían escapar de mi control? ¡Qué ingenuas!"

Con un gesto de la mano, sus hombres rodearon a las chicas, atrapándolas nuevamente en la oscuridad del sótano. Las miradas de desesperación y miedo se cruzaron entre ellas, pero Marcos disfrutaba cada momento de su captura.

**Marcos:** "¿Y quién fue la brillante mente detrás de este plan estúpido? ¡Hablo de la loca idea de escapar!"

Las chicas se miraron entre sí, buscando valentía en sus corazones. Una de ellas, asustada, se adelantó y sintió que el aire se le escapaba.

"Fue Lila. Ella organizó todo... ¡Queríamos salir, pero fue su idea!"

Lila sintió como si un puñal le atravesara el corazón. La traición salió de los labios de alguien que había prometido apoyarse mutuamente.

**Lila:** "¡No! ¡Eso no es cierto! ¡Sí, quise escapar, pero lo hicimos juntas! ¡No puedes traicionarme así!"

Marcos se acercó a Lila, sus ojos llenos de desprecio.

**Marcos:** "¿Y qué si lo hiciste? No importa, porque una traidora siempre debe pagar. ¡Eso enseñará a las demás a no intentar lo mismo!"

Las otras chicas comenzaron a gritar y llorar, pero Marcos solo sonrió, disfrutando del poder que tenía sobre ellas.

"¡Por favor, no! ¡No puedes hacerle esto a Lila! ¡Es nuestra amiga!"

**Marcos:** "¡Cállense! La piedad no tiene lugar aquí. Lo que ustedes necesitan es una lección clara. No se atrevan a cruzar la línea nuevamente."

Se hizo un silencio inquietante mientras las chicas miraban a Lila, su valentía y bondad habían sido el espíritu que las había mantenido unidas. A medida que el temor se apoderaba del ambiente, Marcos hizo una señal a uno de sus hombres.

"Jefe, ¿realmente vamos a hacerlo aquí?"

"Sí, ¡hágalo! Que todas vean las consecuencias de fallar. ¡Esto se acaba aquí!"

La atmósfera estaba cargada de pavor mientras el hombre se acercaba a Lila, que ahora se encontraba paralizada por la situación. Una mezcla de resolución y resignación cruzó sus ojos, y ella levantó la barbilla, desafiándolo.

**Lila:** "¡Si quieren terminar conmigo, háganlo! ¡Pero no me detendrán ni a mí ni a las demás! ¡Nunca lograran que nos rindamos!"

Marcos se acercó aún más, su sonrisa oscura extendiéndose.

**Marcos:** "Lástima que no podrás ver lo que sucede después. ¡Atrápala!"

Y con un movimiento brutal, el hombre se lanzó hacia Lila en un instante desgarrador. Las chicas gritaron en conjunto, pero el eco de su dolor se perdió en la oscuridad del sótano.

Cuando el estruendo se calmó, las chicas estaban paralizadas, atrapadas en un mar de desesperación. La traición y el temor llenaban el aire.

"Así debe ser. Ustedes aprenderán hoy que no hay salida. Cada intento de rebelión será aplastado."

Las lágrimas corrían por las mejillas de las chicas mientras la realidad se asentaba, sabían que Marcos no era solo un villano; era un monstruo que se alimentaba del miedo. No obstante, en sus corazones, algo comenzaba a chisporrotear: una llama de resistencia que no podría extinguirse tan fácilmente.

"¡No podemos permitir que esto termine así! ¡Lila no murió en vano!"

Y así, mientras la desesperanza envolvía el sótano, una semilla de determinación había comenzado a germinar entre ellas. La lucha por la libertad aún no había terminado.

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