Amor de locos

En un oscuro y frío sótano, donde las paredes parecían susurrar secretos de una vida perdida, los hombres que perseguían a Mirian y Larisa llevaban atadas a varias chicas hacia un destino aterrador. Las sombras danzaban a la luz tenue de las bombillas parpadeantes, proyectando una atmósfera sombría.

"¡Vamos, chicas! No hay tiempo que perder. Esta noche, los clientes no tolerarán la tardanza. ¡Dejen de llorar y prepárense!"

"¿Qué nos van a hacer? ¡Por favor, suéltennos! No queremos esto."

"¿Qué quieren? ¡La vida no es una película de cuentos de hadas! Aquí estamos para ganar dinero, y tú eres solo mercancía. Así que cállense y acéptenlo."

Mientras las chicas intentaban comprender la situación, una figura imponente se acercó: la señora Mariana, la encargada del lugar, conocida por su carácter frío y su severidad.

**Señora Mariana** "¡Silencio! Las quejas no son bienvenidas aquí. Ustedes están aquí para hacer lo que se les ordena. Esta noche, los viejos millonarios querrán divertirse con ustedes, y se espera que lo hagan a la perfección. Recuerden, las que no cumplan las reglas tendrán una desgracia que no querrán experimentar."

** "¡No somos objetos! ¡No podemos permitir que nos traten así!"

**Señora Mariana** "¿Oh? ¿Y qué piensas hacer al respecto? Aquí, las palabras son solo palabras, y el poder pertenece a quienes controlan el destino. Así que, ¿vas a pelear o vas a bailar?"

Las chicas intercambiaron miradas de desesperación, pero en contra de la adversidad, la chispa de la rebelión comenzó a brillar en los corazones de algunas. En medio de la tensión, Lila, una chica con un espíritu indomable, tomó la palabra.

**Lila:** "¡Chicas! ¡No podemos dejar que nos roben nuestra dignidad! Siempre hay esperanza si estamos unidas. Si encontramos un momento, podríamos escapar de aquí."

**Chica 1:** "Pero, ¿cómo? Ellos tienen guardias y, además, hay caminos que no conocemos."

**Lila:** "Aún así, debemos correr el riesgo. Escuché a los hombres hablar sobre los movimientos de los guardias. Si logramos distraerlos, podemos encontrar una salida."

Justo en ese momento, un estruendo resonó en las escaleras. Los hombres que llevaban a las chicas se asustaron.

**Hombre 1:** "¿Qué fue eso? ¡Ve a investigar, rápido!"

**Hombre 2:** "No quiero ser el que pierda mi cabeza si alguno se escapa. ¡Vamos!"

Mientras uno de los hombres se apresuraba a verificar el sonido, Mariana frunció el ceño.

**Señora Mariana:** "No sean tontos. No hay razón para temer. Aquí estamos a salvo, más o menos. Pero asegúrense de que esas chicas estén listas para esta noche."

Aprovechando el momento de distracción, Lila aprovechó para alentar a las chicas a moverse.

**Lila:** "¡Es nuestra oportunidad! Cuando salga ese guardia, sigamos su ruta. Recuerden, si alguna se queda atrás, no las dejaremos. ¡Aguanten firme, rápido!"

Con el corazón latiendo fuerte, las chicas se unieron y, justo cuando el guardia se daba la vuelta, comenzaron a desplazarse sigilosamente hacia el camino de escape.

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