Furia y Fiesta

278 21 46
                                        

En las calles oscuras y neón de Pixelville, se encontraba Pest, el solitario de la ciudad, deambulando cerca de un callejón. Su figura oscura y su expresión de sonrisa maliciosa eran inconfundibles, mientras sus ojos rojos brillaban a la luz de los letreros digitales. De pronto, una figura familiar apareció: PartyNoob, con su cuerno de fiesta rojo y su inagotable energía.

—¡Hey, Pest! —gritó PartyNoob, acercándose con una sonrisa de oreja a oreja—. ¡Organizaré una fiesta para todos! ¿Te gustaría venir? ¡Será épico, como siempre!

Pest soltó una carcajada seca, sus mandíbulas afiladas se entreabrieron mientras lo miraba con desprecio.

—またか... (Mata ka... / Otra vez...) —masculló Pest en japonés, sabiendo que PartyNoob no entendería—. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me interesan tus tontas fiestas? ¿Por qué no te largas de una vez y dejas de molestarme?

PartyNoob, aún con su entusiasmo, respondió sin tomar en cuenta la hostilidad:

—¡Oh, Pest, vamos! Sabes que en el fondo solo necesitas una buena fiesta para animarte. ¡Te prometo que esta vez te divertirás!

Pero las palabras de PartyNoob solo encendieron más la furia de Pest, quien dio un paso al frente, empujándolo levemente.

—Eres una pérdida de tiempo, Noob. —Pest sonrió de forma burlona—. No sé cómo te soportan los demás. ¿Acaso no entiendes que nadie quiere tenerte cerca?

Antes de que PartyNoob pudiera responder, una voz conocida interrumpió la escena.

—¡Oye, escarabajo! —era Griefer, que había presenciado la escena desde la distancia. Se acercó con su chaqueta de cuero verde neón y la expresión de alguien listo para causar problemas—. ¿Por qué no dejas en paz a Poob, eh? ¿O es que necesitas meterte con alguien más débil para sentirte importante?

Pest giró la cabeza, mirándolo con una mueca despectiva.

—Tú también, ¿eh, Griefer? —soltó Pest, sin perder la sonrisa maliciosa—. ¿Ahora eres el héroe de los tontos? Qué patético.

Griefer sonrió, aunque su tono era más amenazante que amistoso.

—Lo que es patético es cómo te crees tan intimidante solo porque nadie entiende lo que dices. —Griefer se acercó un poco más, empujando levemente a Pest en el hombro—. Pero a mí no me asustas, escarabajo.

La tensión creció entre ellos, ambos se miraban fijamente mientras PartyNoob observaba preocupado, tratando de mantener la calma entre sus amigos. Pest no dudó en devolverle el empujón a Griefer, haciendo que este retrocediera un paso.

—¡Ya basta! —intervino PartyNoob, poniéndose entre ellos—. No quiero que nadie se lastime. ¡Solo quería invitar a todos a la fiesta!

Pero Pest solo se reía, como si todo el asunto le resultara divertido.

—Si crees que me asusta alguien como tú, Griefer, estás muy equivocado —dijo Pest, apartando a PartyNoob de un empujón suave para encarar de nuevo a Griefer—. Solo eres otro estorbo más en esta ciudad.

Griefer, con una sonrisa desafiante, dio un paso adelante, esta vez más cerca de Pest.

—Puede que no te asuste, pero yo sí que puedo hacer que pienses dos veces antes de volver a meterte con Poob. Así que, ¿qué te parece si desapareces de aquí antes de que la cosa empeore?

La sonrisa de Pest se desvaneció ligeramente, su expresión se volvió más sombría. A pesar de que disfrutaba de los conflictos, era consciente de que enfrentarse directamente con Griefer podría traerle problemas. Finalmente, retrocedió con una última sonrisa burlona.

—Esto no ha terminado, Griefer... ni para ti ni para tu molesto amigo. —Pest se dio la vuelta, desapareciendo en la oscuridad del callejón, dejando tras de sí un aire de resentimiento.

Griefer suspiró y se giró hacia PartyNoob, quien lo miraba con ojos llenos de gratitud.

—Gracias, Griefer... Pero de verdad, no quiero que nadie termine herido por mi culpa. —PartyNoob bajó la mirada por un momento, su habitual sonrisa había desaparecido.

Griefer puso una mano sobre el hombro de PartyNoob, intentando sonar más tranquilo de lo que se sentía.

—No te preocupes, Poob. Mientras yo esté aquí, ese escarabajo no volverá a molestarte. Ahora, ¿qué tal si dejamos esto atrás y... —Griefer sonrió de forma nerviosa, intentando cambiar el tema—... hablamos de esa fiesta que tanto mencionas?

Y así, los dos se alejaron de la escena, dejando atrás el tenso encuentro con Pest, mientras las luces de Pixelville brillaban a su alrededor. Aunque el conflicto no había terminado del todo, ambos sabían que juntos podrían enfrentarlo, como siempre lo habían hecho.

Caos y FiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora