Era un día tranquilo en Pixelville, y el sol brillaba a través de las nubes, iluminando el vibrante paisaje digital. Las calles estaban llenas de NPC, cada uno sumido en su rutina diaria, pero hoy había una atmósfera especial en el aire. Griefer no podía contener la emoción y la ansiedad que se acumulaban en su interior.
Después de semanas de espera y preparación, finalmente había llegado el día. Poob, con su espíritu festivo y su alegría contagiosa, había estado esperando este momento con una sonrisa radiante en su rostro. Ahora, ambos estaban en su hogar, un acogedor rincón de Pixelville, donde la luz del sol se filtraba a través de las ventanas.
Con un suave murmullo de emoción, Poob sostuvo al pequeño en sus brazos, envuelto en una mantita de colores brillantes que reflejaba la felicidad de sus padres. Griefer se acercó, sintiendo que su corazón latía con fuerza mientras contemplaba a su hijo. El pequeño, una mezcla perfecta de ambos, tenía el cabello del color amarillo como poob, con mechones blancos y brillantes, y ojos que centelleaban de rojo como el de Griefer.
—¿Puedo...? —susurró Griefer, con una mezcla de temor y anhelo, extendiendo sus manos hacia el pequeño.
Poob sonrió, asintiendo con suavidad. —Claro, amor. Es tu turno.
Con un temblor de emoción, Poob le pasó al bebé. Griefer sintió una oleada de ternura al sostenerlo por primera vez. Era como si todo en el mundo se detuviera por un momento. Mirando a su hijo, vio la chispa de su propia naturaleza rebelde, junto con la chispa de alegría de Poob. El pequeño sonrió y emitió un suave sonido, como si supiera que su padre estaba allí, protegiéndolo.
—Hola, pequeño... —murmuró Griefer, sintiendo que su voz temblaba de emoción. Nunca había imaginado que algo pudiera hacerle sentir así, tan vulnerable y poderoso al mismo tiempo. —Eres... perfecto.
Poob observó a Griefer con amor en sus ojos, sintiendo la conexión entre ellos mientras el pequeño miraba a su padre con curiosidad. Era un momento mágico, donde el tiempo parecía congelarse. Griefer se sintió más cerca de Poob que nunca, compartiendo este regalo que habían traído al mundo.
—¿Ya tienes un nombre para él? —preguntó Griefer, sintiendo que la ansiedad se desvanecía al ver la expresión alegre de Poob.
Poob sonrió y se inclinó hacia su hijo, acariciando suavemente su mejilla. —He estado pensando en un nombre que combine lo mejor de nosotros. ¿Qué te parece Riptide?
Griefer asintió, sintiendo que el nombre resonaba con él. —Me encanta —dijo, su voz firme, pero llena de ternura—. Riptide. Nuestro hijo.
En ese momento, Riptide sonrió, y Griefer sintió que su corazón se llenaba de amor y promesas. La vida podría ser caótica y desafiante, pero en ese instante, todo estaba bien. Griefer se acercó y acarició suavemente la cabeza de Riptide, sintiendo la calidez y la suavidad de su pequeño cuerpo.
—Siempre te protegeré, Riptide. Siempre estaré aquí para ti —prometió Griefer, con la voz llena de convicción.
Poob se unió a ellos, colocando su mano sobre la de Griefer y mirando a su hijo con los ojos llenos de amor.
Así, en el corazón de Pixelville, donde las historias de amor y aventura se entrelazan, la familia de Griefer y Poob comenzó su propio capítulo.
Ñññ
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Caos y Fiesta
De TodoEn la vibrante ciudad digital de Pixelville, donde múltiples universos se cruzan para convivir, dos personajes opuestos encuentran una conexión inesperada. PartyNoob es un alma despreocupada y llena de energía, obsesionado con las fiestas y el buen...