Capítulo 5: Hielo Quebradizo

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El evento de bienvenida al que Jake había decidido asistir para "socializar un poco" resultó más abrumador de lo que imaginó

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El evento de bienvenida al que Jake había decidido asistir para "socializar un poco" resultó más abrumador de lo que imaginó.

Las luces del gimnasio parpadeaban entre colores vivos, y la música resonaba demasiado fuerte en sus oídos. Sujetaba una lata de refresco mientras intentaba encontrar un rincón menos caótico donde pasar desapercibido.

—¿Así que también eres de los que prefieren esconderse en los márgenes? —Jake reconoció de inmediato la voz antes de girarse. Era Sunghoon, de pie frente a él, con una sonrisa juguetona y la cabeza ligeramente inclinada.

Jake intentó no reaccionar demasiado, pero su corazón traicionó sus intentos, acelerándose.

—No me estoy escondiendo, solo... observando. —Jake levantó la lata a modo de excusa, encogiéndose de hombros.

Sunghoon soltó una risa baja.

—Claro, claro. Siempre empieza con "solo estoy mirando". Y, antes de que lo sepas, ya has desaparecido por la puerta trasera.

Jake lo miró con curiosidad, estudiando la forma en que Sunghoon lo observaba, como si estuviera genuinamente interesado en cada palabra.

La popularidad de Sunghoon, su carisma y facilidad para encajar en cualquier lugar, lo hacían parecer inalcanzable. Sin embargo, había algo diferente esta vez. Era como si la máscara del chico estrella del colegio se hubiera desvanecido, dejándole ver al verdadero Sunghoon, aunque fuera por un momento fugaz.

—¿Y tú? ¿No deberías estar ahí afuera? —preguntó Jake, señalando con la cabeza hacia el grupo de amigos de Sunghoon, que reían y bailaban en medio de la pista improvisada.

Sunghoon se encogió de hombros. —Me aburren esas cosas a veces. Prefiero hablar con alguien que no necesite impresionar. —Sus ojos se encontraron con los de Jake, y hubo un momento de silencio cómodo entre ambos, como si las palabras no hicieran falta.

Jake sintió una calidez extraña expandirse en su pecho, una sensación reconfortante, pero desconcertante. Aún no estaba seguro de qué representaba Sunghoon para él. Sin embargo, había algo magnético en la forma en que su presencia llenaba el espacio, como si con él a su lado, todo lo demás dejara de importar.

—¿Sabes? —Sunghoon se inclinó un poco más cerca, como si fuera a contarle un secreto—. Hay una pista de hielo aquí cerca, fuera del campus. Siempre está vacía de noche. Podríamos ir si quieres.

Jake levantó una ceja, sorprendido. No sabía qué esperaba exactamente, pero la oferta era inesperada y... tentadora. Una noche tranquila, lejos de la multitud, solo ellos dos, bajo las estrellas.

—¿Estás invitando a un desconocido a patinar contigo? —preguntó Jake, medio en broma.

Sunghoon le devolvió una sonrisa ladeada, esa que parecía hacer que el mundo girara un poco más lento.

—Bueno, no te sentirás un desconocido por mucho tiempo. ¿Vamos?

Y sin pensarlo más, Jake asintió. Quizá era una locura, pero había algo en Sunghoon que hacía que las cosas complicadas parecieran simples. Como si, en ese momento, todo estuviera en el lugar correcto.

Jake caminó junto a Sunghoon hacia la salida del gimnasio, sintiendo cómo la brisa fría de la noche los recibía al cruzar la puerta.

Por un momento, dudó. ¿Qué estaba haciendo? Apenas conocía a Sunghoon, y sin embargo, se sentía como si hubieran compartido miles de conversaciones en otra vida.

El silencio entre ambos era cómodo, como si no necesitaran llenar el aire con palabras vacías.

A medida que avanzaban hacia la pista de hielo, Jake notó lo natural que se sentía estar al lado del chico más popular del colegio, como si todas las etiquetas y expectativas de los demás se desvanecieran con cada paso que daban bajo el cielo estrellado.

A medida que avanzaban hacia la pista de hielo, Jake notó lo natural que se sentía estar al lado del chico más popular del colegio, como si todas las etiquetas y expectativas de los demás se desvanecieran con cada paso que daban bajo el cielo estr...

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Aquella noche, en medio de luces y silencios, empezaron a escribir una historia que ninguno de los dos esperaba.

Aquella noche, en medio de luces y silencios, empezaron a escribir una historia que ninguno de los dos esperaba

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Gracias por leer la historia ❤️

Entre el Hielo y las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora