Aparentemente la primavera iniciaba pronto o ya lo hacía, en los últimos años el clima ni siquiera tenía estaciones establecidas. El sol ya se había ocultado por completo y solo luna la que alumbraba en el cielo de la media noche la acompañaban las estrellas y el cantó de los grillos.
Sebastián tatareo una canción y soltó un bostezo fue cuando un poco de silicona caliente resbalo por sus dedos provocándole una pequeña quemadura, lanzó la pistola de silicona al suelo y lamió su dedo herido haciendo una mueca de dolor. Cuando su dedo dejo de doler tomó la pistola de silicón nuevamente y continuo con sus florecitas de fomi.
Causa de la primavera y del día de la paz, regalaría flores amarillas hechas de fomi para sus amigos. Quería darles positivismo y conto las que llevaba. Cuatro en total así que sonrió dándose cuenta que solamente le hacía falta pegar la hojita verde de la que en ese momento estaba armando.
Volvió a bostezar y dejo las cosas en el suelo para el día siguiente, se acostó en su cama y encendió el celular un momento.
No había encontrado un trabajo fijo hasta ese día, normalmente buscaba trabajos diferentes todos los días pues los que encontraba no eran trabajos en los que lo necesitaran todos los días. Se acomodo y cerró los ojos esperando que ese día por la tarde encontrara algo mejor y pudiera regalar sus pequeñas rosas amarillas que había hecho con cariño. El número se repitió en su cabeza.
<< Cuatro... Cuatro... Cuatro>> comenzó a caer dormido, pero de pronto se despertó
<< ¿Por qué cuatro? >> Repaso los nombres <<Olivia, Oliver, Alex y...>>
Cayo en cuenta.
<< ... Alicia>>
Miro al techo pensando, claramente no podía olvidar a aquella mujer tan fácilmente pues aquella mujer que lo había traicionado fue su mejor amiga y él no podía odiarla. Se preguntó porque lo traiciono, porque dijo aquellas cosas sobre él pues tenía muy en claro que Alicia sabía las consecuencias. No encontró razón aparente por más que buscara entre su mente. Busco, busco y rebusco en su cabeza alguna razón por la que Alicia hizo eso.
Pero solo fue Alicia intentando acabar con todo y tener un nuevo inicio con nuevas personas, nuevos amigos, nuevas materias, etc. Como él, pero eso no era excusa para sus acciones. Mientras lo pensaba todo cayó dormido.
-
El sol estaba en su cenit, los sonidos de los autos y el tufo que emanaban le hacían coro mientras caminaba, al estar frente a la puerta dio suaves golpecitos sonriendo. Quien le abrió fue Alex lo recibió con una mirada cansada en la cual Sebastián observo estrés a través de sus ojos azules y pensó que probablemente era causa de las horas de trabajo.
- ¿Qué quieres?
Pesé al mal recibimiento por parte de Alex mantuvo la sonrisa en su rostro.
- Por el inicio de la primavera y el día internacional de la paz – dijo extendiéndole la rosa amarilla. Alex lo miró sin mostrar nada y lentamente la agarró, mantuvo la mirada un momento sobre la rosa artificial y boceteo una sonrisa de lado.
- Gracias debería de ponerla en agua o fallecerá.
Cerró la puerta luego de eso. Sebastián se sintió desanimado por el trato e incluso llegó a pensar en dejar de hacer eso, pero se negó y trato de darse positivismo ignorando lo que acababa de pasar así que se relajó y comenzó a caminar en busca de Olivia. Cuando estuvo a punto de dirigirse a la casa de la mujer pensó en que probablemente ella no estaría allí pues debería de estar trabajando... En donde sea que trabajara... Tomó un ómnibus y se dirigió a casa de Olivia para ver si ella se encontraba ahí, inesperadamente si la encontró en la casa.
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Amapolas para Agosto
RomanceSebastián ha vivo la mitad de su adolescencia enamorado de su mejor amigo y la otra mitad preocupado por su carrera universitaria. Para cuando el nuevo año lo recibe nuevos sucesos lo agobian; la mezcla entre la enfermedad y los problemas lo llevan...