Los Terry han llegado al Covent, han sido recibidos por sus seres más cercanos y aquellos que le s estiman...
– Alabado sea Dios familia – expresó el reverendo – No saben la emoción que hay en mi corazón al verles después de tantos años y saber que regresan para quedarse es muy satisfactorio.
Mientras expresaba su bienvenida, el reverendo les brindaba abrazos a los miembros de la familia y trazaba una Cruz en sus frentes, pero al llegar a Clara todo fue distinto. Al trazar la Cruz en la frente de Clara, sintió como si le transportaran a otro lugar donde en cuestiones de segundos visionó un río de sangre cruzando el Covent y al fondo una hermosa doncella.
Esto le causó gran impacto, pero ante esto no se alteró ni cambio su semblante pues no quería que sospecharan sobre las visiones acerca de la menor de los Terry.
Al igual que el reverendo, todos los demás amigos y cercanos que fueron a dar la bienvenida a los Terry les ofrecieron abrazos, palabras llenas de emoción y mucho amor sincero para aquellos que apreciaban.
– ¿Y quién es este apuesto jovencito? – preguntó la abuela sujetando la mejilla del joven que hasta el momento era desconocido para los demás.
Ante este cuestionamiento el reverendo tomó la palabra...
– Que despistado soy, les presento a mi sobrino Harry, ha quedado huérfano y he querido adoptarle.
El joven se dirigió hacia la familia para presentarles su saludo iniciando con Anna...
– Un placer señorita, usted debe ser la mayor pues su belleza lo grita a la distancia – le comentó mientras le saludaba besando la mano de la joven Anna, quien se sonrojo por un instante, pero lo ocultó con media vuelta para dirigirse hacia el interior de la casa.
Este joven aunque apuesto y educado, en el interior guardaba muchas cosas que ni siquiera el mismo reverendo pudo sospechar.
– Perdónale querido, ella es así pero estoy segura que le agradaste – agregó la madre de la joven siguiendo el paso de la misma.
Posteriormente prosiguió saludando a los hombres de la familia, los abuelos y por último a la chica linda de la familia, a quien sujeto de una manera diferente en sus dos manos sin despegar su mirada de la pequeña, mirada tan intimidante y fría como la de una fiera a punto de atacar o esa sonrisa pícara y malévola que dejaba mucho que pensar.
Clara le soltó abruptamente para salir corriendo detrás de su madre y su hermana, siendo estas dos reprendidas por Elizabeth al responder con su actitud un poco grosera a los saludos del joven.
– Estas chicas sintieron pesado el viaje – añadió Charles entre risas – Pasemos todos por favor, son invitados a nuestra casa.
Al ingresar a la vivienda se encontraron con una pequeña sorpresa, los amigos habían preparado diversos bocadillos o pasabocas para compartir durante la bienvenida, así como le hicieron muchas preguntas a los Terry sobre cómo es vivir en el palacio real (cuando salieron del palacio no hubo tiempo de bienvenidas y compartir ya que deseaban ver pronto a sus hijos). Fue una tarde amena hasta llegar la caída del sol y que el frío de la noche les tocara.
Entre las risas y las historias, el joven sobrino del reverendo se acerco lentamente con dos vasos de refresco hacia donde Anna se encontraba...
– Un placer, soy Harry Warren, creo que no iniciamos bien, podemos arrancar de cero bella dama – le expresó inclinándose para ofrecerle la bebida.
– Ya sé quien eres y sabes quien soy, no me interesa conocerte ni hablarte por lo menos durante esta vida – respondió mientras se retiraba del lugar.
Al verse rechazado, este no tuvo más solución que dirigirse ahora con la pequeña Clara que se encontraba contando chistes con su hermano menor.
– Amiga, te ofrezco una bebida. Debes estar cansada y sedienta.
– No soy su amiga, pero gracias por la bebida porque mi hermano hace rato quería algo de beber – respondió tomando el vaso de la bebida para dárselo a su hermano – Muy amable usted, puede retirarse.
El joven sintió molestia al ser doblemente rechazado, se tomó las bebidas y arrojó los vasos a la mesa sin darse cuenta de que estaba siendo observado por su tío, quien le tocó el hombro por detrás e imponente como siempre le dijo al oído...
– Mejor vámonos de aquí.
Al despedirse estos dos, los demás decidieron ir poco a poco despidiéndose de los Terry para que pudiesen descansar de ese viaje tan largo, dando así por finalizado el compartir de bienvenida de sus amigos.
Al cerrar la puerta, los abuelos y los padres Terry se sorprendieron al escuchar un escándalo, muchas risas, golpes de pies, pero no lograban encontrar la procedencia de todo esto. Luego de un par de minutos fueron a dar con la sastrería y un nuevo espacio que había detrás de esta.
– Pero ¿qué es esto? – se cuestionó Charles Michael en voz alta
Había ahora una nueva habitación con dos camarotes, espacio amplio y contigua a esta un garaje. Vaya sorpresa para todos al encontrar todo esto tan nuevo para ellos.
– Miren, nuestros amigos hicieron esta habitación para nosotros y un garaje para la casa – añadió Eliot.
– Vaya pero que sorpresa y emoción. Sin duda nuestros amigos son muy especiales – comentó Mary Elizabeth con una gran sonrisa – Los abuelos podrán quedarse ahora muy cómodos en la habitación que era de los niños, es más amplia que la de los invitados – continuo mientras salían lentamente.
Anna, en el acto aprovecho para apartar a su hermana de la cama de abajo y poner sus cosas en la parte de arriba...
– Vas a dormir arriba y espero que no te muevas demasiado niña tonta.
– Pero hermana, le temo a las alturas – respondió.
– Eso no es mi problema, ahora duerme y calla estúpida, mira que tus hermanos ya están que duermen – finalizó Anna mientras apagaba la única bombilla eléctrica que iluminaban la habitación.
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La Chica De La Gabardina Azul
Mystery / ThrillerClara sufre mucho en su niñez y decide tomar venganza de todos esos hombres que de una u otra manera fueron crueles con ella.