La Velaryon pasaba su mano por sus cabellos rizados, mirándolos con detalle, la brisa del exterior se colaba por las ventanas y el ambiente estaba fresco, junto a ella un señor mayor pasaba una ficha por encima de un mapa del continente, al dejarla en un punto dirigió su mirada a la pequeña niña.
-¿Y puede decirme que casa es está princesa? -Daelys se acomodo en su asiento y miro el mapa.
-Casa Bolton, su lema es nuestras espadas están afiladas -contesto-. Su residencia es Fuerte Terror.
-Muy bien -el anciano movió de nuevo la pieza-. ¿Y está cuál es?.
-Casa Arryn, lema tan alto como el honor -el señor asintió de nuevo-. Su residencia es el Nido de Aguilas.
-La casa de su abuela Aemma -la menor asíntio mientras que el anciano volvía a cambiar la pieza de sitio, el sonido de la puerta llamo la atención de ambos cuando vio a una de las doncellas de su madre entrando.
-Buenos días gran maestre, princesa -la doncella dió una reverencia-. El rey solicita su presencia en sus aposentos.
Daelys dirigió su mirada al señor el cual asintió y salió para ir con la dama de rojo, sus pasos eran rápidos, al llegar los guardias le abrieron la puerta y ella pasó viendo a su abuelo sentado frente a su maqueta de la antigua Valyria, ella adoraba ver esa maqueta, pensaba que era algo que su abuelo había construido no solo por gusto, sino por admiración al lugar de donde toda la familia Targaryen provenía, cuando el rey se dio cuenta de la presencia de su nieta le hizo una seña para que se acercara, Daelys fue con el y dejo un beso sobre su mejilla mientras el la cargaba para sentarla en sus piernas.
-Me dijeron que me necesitabas abuelo -el mayor asintió.
-En realidad quería sacarte un rato de tus clases -la menor sonrio-. Aegon dice que últimamente haz estado muy ocupada estudiando.
La platinada asíntio-. Madre dice que debo esforzarme pero no en exceso.
-Deberias hacerle caso a tu madre -refuto su abuelo mientras acomodaba sus cabellos-. También te buscaba para preguntarte una cosa.
La pequeña lo miró atento al escuchar esas palabras-. ¿Sobre que abuelo?.
-Hace unos días tu madre dió la idea de que tú y Aegon se casaran -las mejillas de Daelys se sonrojaron un poco-. Quería preguntarte si tú querías eso.
-Bueno, es algo que va a ayudar al reino -contesto-. Es mi deber como heredera casarme y dar herederos, como incesantemente me recuerda el gran maestre.
Viserys sonrió nostálgico por las palabras de su nieta, le recordaba mucho a su pequeña niña, a su dulce Rhaenyra, a la niña de sus ojos y la hija que tuvo con la única mujer que ha amado realmente en toda su vida, Daelys había nacido de su hija y llevaba la sangre de su Aemma, por eso su amor hacia su nietos era tan grande y quería que ellos fueran lo más felices posible, el también amaba a sus hijos con Alicent, después de todos eran sus hijos pero no sé comparaba con el amor que sentia por Rhaenyra y por sus nietos. El rey dejo un beso sobre los cabellos desordenados de su nieta y negó levemente.
-Tu debes encontrar no solo la felicidad del reino, sino la tuya propia, mí pequeña luna -comenzo-. Todos tenemos amor aparte del deber y merecemos ser felices con los nuestros.
Daelys se quedó callada mientras veía a su abuelo hablando, su mirada paseaba por su rostro agotado y lleno de cicatrices.
-Si tu deseo es casarte con Aegon se hará así -explico.
-Eso sería de gran ayuda a unir a la familia -hablo la Velaryon y su abuelo asíntio.
-Asi es mi pequeña luna, pero tú deber también está por encima del reino -sus manos acunaron el rostro de la menor-. Tu serás una gran reina algun día Daelys, y tendrás que dirigir los siete reinos con esfuerzo y valentía, pero deber tener a tu lado a alguien que verdaderamente te de la mano para que tus pies no duelan tanto mientras caminas y cumples tu deber. Yo le permití a tu madre escoger a su consorte pero se que sus deseos y aspiraciones no estaban con tu padre, sino con alguien más. No quiero eso para tí.
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the favorite niece [Aegon II Targaryen]
Fanfic"-Aegon, no sabes lo que dices -la Velaryon dió un paso atrás haciendo que su espalda chocará contra la pared. -Si, si se que estoy haciendo Daelys -el platinado se acercó a ella-. Se que hago porque es imposible que tú no lo sepas. La menor estaba...