💍 Capítulo 11: Dulce obsesión pt. 2 💍

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Capítulo 🔞

Aria.

Un diminuto hormigueo recorre mi entrepierna y consigue despertarme por completo

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Un diminuto hormigueo recorre mi entrepierna y consigue despertarme por completo. Me encuentro en el mismo tétrico ambiente lleno de atracciones y colores lúgubres. Tardo un par de minutos en ser consiente de lo sucedido hace apenas unas horas.

Me remuevo de la cama hecha trizas, envuelta en una sábana gris. Me punzan los muslos, el trasero, las muñecas y mis senos. Por dios, sobre todo mis senos. Me doy un cuidadoso masaje en la zona y sorprendentemente el dolor me hace revivir el placer que aquello representó. Las pinzas, su lengua, el orgasmo.

Junto a mí se encuentra Yoongi dormido. La mitad de su cuerpo está cubierto por la misma sábana, por lo que puedo apreciar con mejor precisión lo ardiente que es su pecho, sus hombros y abdomen. Por primera vez lo percibo en un estado de relajación supremo, como si fuera un cachorro disfrutando de una siesta y no una bestia que utilizó todos los recursos a su alcance para poseerme a su antojo.

A pesar de que las extremidades me pesan como si fueran cemento, hago un esfuerzo para levantarme. Al pisar la alfombra pierdo totalmente el equilibrio y todo mi cuerpo se estampa en la superficie.

—Que tierna. —La voz de Yoongi me produce un escalofrío—. ¿A dónde crees que vas, eh?

Como puedo me doy media vuelta y lo veo asomado ahí en la orilla de la cama. No necesito ser un genio para percatarme de que a diferencia de mí él está intacto. Pareciera inmune a cualquier tipo de desgaste.

—Quería buscar un poco de agua y quizá... analgésicos.

Recarga su cabeza en una de sus manos. —¿Por qué? Si no hemos terminado.

Me gana la emoción y el terror al mismo tiempo.

—¿Ah... no?

—Por supuesto que no. Apenas hemos ocupado una atracción. —Se levanta con tanta tranquilidad que me siento avergonzada de mi casi nula resistencia—. A menos que ya quieras parar.

—No es... no es eso. —Extiendo mi mano aceptando su ayuda para levantarme. Se me olvida un momento que es lo que iba a decir por perderme en las bellas facciones de su rostro—. Eh... si quiero continuar, solo que en cualquier momento me voy a desvanecer.

—¿Ah si? —Recorre descaradamente mi desnudez de pies a cabeza—. Uff, mírate, estás completamente marcada por mí.

Pese al temblor de mis rodillas, permanezco de pie y compruebo lo que dice. Hay hematomas en mi cuello, clavículas y senos. Sin mencionar las marcas que las cuerdas y la fusta dejaron en mi torso y glúteos. Se me arremolina una especie de placer en la entrepierna. Ay no, ¿qué te pasa Aria?

Yoongi pasa las yemas de sus dedos en las partes de mi cuerpo antes mencionadas, desatando esa energía extra que tanto él como yo sabemos que aún me queda. Yo hago lo mismo, arriesgándome a que aparte mis manos. Acaricio la longitud de sus hombros y me detengo en una zona áspera que no había notado antes. Es una cicatriz.

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⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

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