🥀 Flashback 7 🥀

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Park Jimin

Seis meses antes de la boda.

El fiscal Belmont no cumplió con su agresiva promesa de destruir mi carrera

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El fiscal Belmont no cumplió con su agresiva promesa de destruir mi carrera. En el fondo sabía que no se atrevería porque eso implicaba decirle a la puta sociedad que su hija y yo estábamos juntos. Aunque también presentía que Aria de alguna forma lo convenció de no hacer nada en mi contra.

Como sea, la única realidad es que yo la estaba pasando muy mal.

Nuestra separación representó un terrible desgaste emocional y físico, incluso mi médico me recetó una buena dosis de antidepresivos para atender sin complicaciones las presentaciones en estados unidos.

Mi apetito desapareció. El insomnio se volvió mi mejor amigo. Y el vacío en mi pecho no hacía más que joderme a toda hora. Lo único que necesitaba era regresar a Seúl para intentar hablar con Aria, me conformaba con saber si estaba bien para recuperar un mínimo porcentaje de mi estabilidad.

No obstante...

Cuando arribe a Seúl, Kim Daniel, CEO de la agencia, me citó de forma urgente en su gigantesca oficina ubicada en el último piso de la torre M&G. Lo primero que pensé fue en el Fiscal. Probablemente él le dijo lo ocurrido antes de mi viaje y ahora tendría que soportar un puto sermón al respecto.

 Probablemente él le dijo lo ocurrido antes de mi viaje y ahora tendría que soportar un puto sermón al respecto

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—Siéntate. —Ordenó Daniel con un tono hostil. Lo quise mandar a la mierda, pero a penas eran las diez de la mañana.

—Sea lo que sea hazlo rápido, necesito descansar.

Alisó su fina corbata en un intento de no perder el control. En seguida giró su laptop sobre el escritorio, de manera que yo pude ver la pantalla.

—Lee Jen-Sae, ex empleada de una prestigiosa tienda de ropa nos envió este material y pidió casi un millón de dólares a cambio de no divulgarlo en el maldito internet.

—Lee Jen-Sae, ex empleada de una prestigiosa tienda de ropa nos envió este material y pidió casi un millón de dólares a cambio de no divulgarlo en el maldito internet

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Dulce obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora