Capítulo 5: Presión de Vapor.

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Nota 7: ¿Química con Kim?

A veces, la química no se trata de lo que aprendemos en los libros, sino de lo que sentimos en el aire. Hoy aprendí que hay reacciones que no puedes evitar, por más que lo intentes.

El día había comenzado como cualquier otro en la clase de química. El aire acondicionado funcionaba, los ventiladores giraban en lo alto, pero todo parecía demasiado caliente para mí. No podía concentrarme en nada que Taehyung dijera. Mi mente estaba atrapada en cada mirada suya, en cada sonrisa que me dedicaba cuando pensaba que nadie más estaba viendo. ¿Cómo se supone que te concentres cuando el objeto de tus deseos está a solo metros de ti? Era como si estuviera en medio de una reacción química, donde la presión aumentaba con cada segundo que pasaba a su lado.

—Jungkook, ven a la pizarra —dijo Taehyung de repente, sacándome de mis pensamientos. Alcé la cabeza rápidamente, con el corazón latiendo desbocado. Me había pillado distraído y ahora me estaba invitando a resolver un problema delante de todos. Claro que me gustan las ciencias, pero ese día... ese día todo lo que estaba en mi cabeza era él.

Me levanté torpemente de mi asiento y caminé hasta la pizarra. Traté de enfocarme en la ecuación, pero cada vez que alzaba la vista, lo veía. Estaba inclinado sobre su escritorio, sus ojos fijos en mí. No puedo mentirte, Lector... Sentía cómo su mirada me quemaba desde adentro. Mi mano temblaba ligeramente mientras sostenía el marcador. No tenía idea de lo que estaba haciendo.

—Eso no está bien, Jungkook —Taehyung se acercó, su voz suave pero firme, y su cercanía no ayudaba. Su mano se extendió sobre la mía, guiándome para corregir el error, pero todo lo que pude sentir fue el roce de su piel contra la mía. Era como si la temperatura en el aula hubiera aumentado a niveles peligrosos, una bomba a punto de estallar.

Créeme, estaba hecho un desastre.

—Hoy no estás concentrado —susurró lo suficientemente bajo como para que solo yo lo escuchara. Me ruboricé de inmediato, sintiendo la presión de todos los ojos sobre nosotros. Terminé el problema con su ayuda y volví a mi asiento, tratando de parecer indiferente. Pero por dentro, me sentía como si hubiera fallado en algo más que una simple ecuación de química.

Al terminar la clase, Taehyung se dirigió a todo el grupo:

—Si alguno de ustedes siente que necesita más ayuda con el tema de hoy, estaré en mi casa esta tarde. ¿Alguien se ofrece? —Su tono era calmado, como si esto fuera algo rutinario, pero algo en su mirada cuando me observó me hizo sentir que esta invitación iba dirigida a mí de una manera muy especial.

El salón quedó en silencio. Nadie más se ofreció. Al final, como siempre, los demás se volvieron hacia mí. Yo era el "experto", el que siempre explicaba todo después de clase y, aparte, el presidente.

—¿Tú vas, Jungkook? —preguntó uno de mis compañeros. Todos esperaban que yo fuera, como siempre.

No tuve otra opción que asentir. No quería parecer más nervioso de lo que ya estaba.

—Sí, puedo ir —dije, con el corazón acelerado. No sé qué estaba pensando.

Eran aproximadamente las 4 de la tarde cuando llegué a casa de Taehyung. La casa era elegante, moderna, con un estilo minimalista. Todo en ella gritaba discreción, como si el lugar mismo guardara secretos. Apenas entramos, me sentí atrapado en su espacio. Cerró la puerta detrás de mí con un sonido sordo que resonó en mis nervios.

Chemistry with kim?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora