Alessandra
Después de alejarme de la casa de Angelo, me dirigí al hospital. Hoy le iban a dar el alta a Alice. Estaba muy contenta por ello. Pero no estaba orgullosa de mi en estos momentos. Primero me acosté con Matteo y luego se la chupé al amigo. Y lo peor de todo es que con uno lo hice por un trato y con el otro estando ebria. Aunque eso no quita que los deseaba a ambos. Una parte de mi se arrepentía y la otra quería experimentarlo de nuevo. ¡Mierda! Me iba a volver loca.
Aleje todos mis pensamientos al llegar al hospital. Como siempre me encontré con el cálido y amable de él Dr Rodrigo. Lo salude como siempre con una sonrisa alegre. Este me correspondió el saludo y me llevo hacia la habitación de mi amiga. Este hombre quería conquistarme. Aunque es un chico amable y guapo, no me atraía como "mis dos jefes preciosos".
- ¡Alessa! Madre mía tía. Me salen canas- chilla mi amiga, como una loca fingiendo molestia.
- Lo siento mi princesa hermosa. Estaba resolviendo cosas del trabajo- Respondí en su mismo tono, apartando su chillido.
-Si, cosas de trabajo.¿ Follarse a tu segundo jefe es tu trabajo? - dice mi subconsciente.
- Que no me lo folle, joder - respondo mentalmente.
- Es lo mismo, se la chupaste.
Ignoro mis pensamientos y me centro en Alice que estaba preparando todo para irse de este lugar "enfermizo", como ella suele decir. Siempre ha odiado los hospitales, según ella le trae un mal presentimiento.
- ¡Listo! - dice ella con una sonrisa.
- Ya vámonos. ¡Perra!
- Claro. ¡Zorra! - estabamos saliendo de la habitación hasta que vimos a Ricardo, hablando con una mujer - Deberías acercarte. Seguro te lo quiere quitar.
- ¿Y desde cuándo el me pertenece?
- No jodas tía. Necesitas a un hombre que te quite la virginidad. ¡Mi dios! - Si supieras.
- Lo que tú digas.
- ¡Rodrii! - gritó, llamando la atención de todos.
Especialmente de Rodrigo. El terminó de hablar con la chica y se acercó a nosotras con una media sonrisa. Su mirada se centró en mi, con una sonrisa encantadora. Le sonreí también con la misma intensidad, y este se sonrojo. Que tierno.
- Espero que no vuelvas aparecer en este lugar, Alice - Dice el, acariciándole el cabello.
- Puede que yo no. Pero mi amiga Alessa, vendrá a visitar ¿Verdad que sí? - Dijo Alice, con esa sonrisa de "Somos perras" .
- Bueno, si. Además también podrías ir a nuestra casa. Para compensarte, por todo lo que hiciste por Alice - Ese compensarte podía tener un doble sentido. ¿Pero qué digo?
- ¡Claro! Fuera de este lugar enfermizo.
- Si, eso me encantaría. ¿Puedo invitarlas a salir el sábado? - Iba a responderle pero mi querida "amiga" se adelantó.
- ¡Por su puesto que si! Estaremos listas. Ha, y nos pasas a buscar en tu coche.
- Pides mucho. ¿Te crees la reina Isabel? - le pregunté con un poco de enojo. Rodrigo ha sido muy bueno con nosotras, no hay que abusar de eso.
- Ella tiene razón. Si yo invito las tengo que buscar. Eso no sería ninguna molestia.
- Bueno. Está bien. Nos vemos.... El sábado - Me despedí de él con un beso en la mejilla. Salimos del hospital y nos subimos al primer taxi que vimos.
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Amor o Deseo
OverigEn el corazón de Italia, Alessandra Acciaioli, una joven y ambiciosa secretaria, se encuentra atrapada en una fascinante pasión que desafía sus límites y sus deseos. Trabajando para la poderosa y temida organización de Matteo Pamphili, el enigmático...