Susurros Del Corazón

Capitulo 6

La luz del día se filtraba a través de las hojas de los árboles, creando patrones danzantes en el suelo mientras Jimin y Jungkook avanzaban. Cada paso que daban se sentía más ligero, como si el peso de sus miedos se hubiera desvanecido en el aire. Habían enfrentado la sombra y, al hacerlo, se habían liberado de las cadenas que los mantenían atados.

—No puedo creer que lo hayamos hecho —dijo Jungkook, rompiendo el silencio mientras se detendían en un claro del parque. Su rostro mostraba una mezcla de incredulidad y alegría.

—Sí, fue… increíble —respondió Jimin, aún sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Miró hacia el puente, ahora iluminado por el sol—. Nunca pensé que podríamos superar algo así.

—Y ahora que lo hemos hecho, ¿qué hacemos a continuación? —preguntó Jungkook, sus ojos brillando con curiosidad.

Jimin reflexionó por un momento. La experiencia en el puente había despertado en él una sensación de propósito, de deseo de explorar no solo su conexión con Jungkook, sino también sus propias emociones y sueños.

—Tal vez deberíamos investigar más sobre lo que hemos estado sintiendo. Esos susurros en nuestros corazones… —sugirió Jimin, sintiendo cómo la emoción empezaba a brotar de nuevo.

—Sí, tenemos que averiguar de dónde vienen. —Jungkook asintió, su expresión seria—. Quizás hay más de lo que hemos visto hasta ahora.

Decididos, se sentaron en un banco del parque. La tranquilidad del lugar les proporcionaba un refugio perfecto para hablar y compartir sus pensamientos más profundos.

—¿Recuerdas ese momento en el que soñé con el puente? Sentí que había algo más, algo que no podía recordar —dijo Jimin, sintiendo que las palabras salían de su corazón—. Como si hubiera una historia que nos uniera a ambos, más allá de este momento.

Jungkook lo miró con intensidad, como si estuviera intentando descifrar el misterio detrás de las palabras de Jimin.

—A veces siento lo mismo. Es como si nuestras almas se conocieran desde antes —admitió Jungkook, su voz suave pero firme.

Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda. Esa idea resonaba en su interior, como si estuvieran conectados por un hilo invisible que trascendía el tiempo y el espacio. Pero había más en sus sueños, más que solo imágenes; había emociones profundas que aún no habían explorado.

—Quizás deberíamos intentar recordar más de nuestros sueños. Hay algo en ellos que siento que nos puede guiar. —La voz de Jimin temblaba con la emoción de la posibilidad.

Jungkook asintió, sus ojos brillando con determinación.

—Podríamos llevar un diario. Escribir todo lo que soñamos, todo lo que sentimos —sugirió. La idea resonó con fuerza en Jimin.

—Sí, me parece una gran idea. Tal vez al ponerlo por escrito, podamos encontrar patrones o conexiones que nos ayuden a entender lo que está sucediendo entre nosotros. —La emoción en su voz crecía, y por un momento, se sintió como si estuvieran a punto de descubrir un gran secreto.

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Durante los días siguientes, Jimin y Jungkook se sumergieron en la tarea de explorar sus sueños. Cada mañana, después de despertarse, se reunían para compartir sus experiencias nocturnas. Sus diálogos se llenaban de anhelos y descubrimientos, de fragmentos de recuerdos que a menudo parecían más como vislumbres de otra vida.

—Anoche soñé que estábamos en una playa —comenzó Jimin un día, mientras se sentaban en el sofá, un cuaderno abierto entre ellos—. La arena era dorada, y el agua era tan clara que parecía un espejo. Pero, de nuevo, había una sombra que se acercaba.