Susurros Del Corazón

Capitulo 7

El viento soplaba con fuerza aquella tarde, arrastrando las hojas secas por las calles vacías. Jimin caminaba al lado de Jungkook, sus pensamientos perdidos en los eventos recientes. La conexión entre ellos se había fortalecido más de lo que jamás hubieran imaginado. Sin embargo, con cada paso que daban hacia adelante, sentían el peso de un pasado que se resistía a quedar atrás.

—Hay algo que no puedo dejar de sentir —dijo Jimin, rompiendo el silencio mientras caminaban juntos por un sendero arbolado—. Aunque hemos avanzado, hay piezas de este rompecabezas que aún no encajan.

Jungkook lo miró, sus ojos oscuros mostrando la misma preocupación. Durante días habían compartido sueños, visiones de un futuro prometedor, pero también rastros de un pasado que ninguno de los dos comprendía del todo.

—Siento lo mismo —respondió Jungkook, deteniéndose para mirar a Jimin directamente—. Es como si hubiera algo que nos estuviera llamando desde el pasado, algo que no hemos descubierto aún.

Jimin asintió. Esa sensación de que no todo estaba resuelto se hacía cada vez más fuerte, como un eco distante que resonaba en su interior. A veces, cuando cerraba los ojos, podía ver imágenes fugaces de momentos que no pertenecían a su vida actual, pero que se sentían extrañamente familiares.

—¿Crees que tenga que ver con esos sueños? —preguntó Jimin, intentando desentrañar el misterio.

—Puede ser. —Jungkook frunció el ceño—. Tal vez esos sueños no sean solo proyecciones de lo que sentimos ahora, sino fragmentos de lo que fuimos.

Jimin quedó en silencio ante esa idea. La posibilidad de que estuvieran conectados desde antes, desde una vida pasada o algún destino predeterminado, lo llenaba de una mezcla de asombro y miedo.

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Aquella noche, después de horas de intentar encontrar respuestas, Jimin decidió que era momento de dar un paso más allá. La casa de su abuela, un lugar que él había evitado por mucho tiempo, guardaba recuerdos y secretos que quizás podrían ayudarlos a entender lo que estaba sucediendo.

—Jungkook, quiero mostrarte algo —dijo Jimin, mientras ambos se encontraban en su departamento, observando el crepúsculo a través de la ventana.

Jungkook lo miró con curiosidad.

—¿A dónde vamos? —preguntó.

—A la casa de mi abuela. Creo que ahí puede haber algo que nos ayude a entender todo esto. Ella solía decir que nuestros sueños guardaban mensajes… y ahora siento que tenía razón.

Sin más preguntas, Jungkook asintió, dispuesto a acompañarlo en ese nuevo camino. Al día siguiente, se dirigieron a la antigua casa familiar, un lugar que Jimin no había visitado desde que era niño.

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La casa estaba ubicada en las afueras de la ciudad, rodeada por un jardín que había sido devorado por la naturaleza. La fachada, aunque vieja y desgastada por el tiempo, seguía manteniendo un aire misterioso. Era un lugar que siempre había estado lleno de historias y secretos.

Al entrar, el crujido de las puertas y el olor a polvo invadieron sus sentidos. Jimin sintió una punzada de nostalgia, recordando las tardes que pasaba allí cuando era pequeño, escuchando a su abuela contarle historias sobre mundos ocultos y misterios sin resolver.

—Este lugar… tiene algo —murmuró Jungkook, recorriendo la sala con la mirada—. Como si el tiempo se hubiera detenido aquí.

Jimin asintió, y sin perder más tiempo, lo guió hacia una habitación en la parte trasera de la casa. Era el cuarto donde su abuela guardaba sus libros y escritos, un espacio repleto de cuadernos antiguos, fotografías y objetos extraños que siempre habían fascinado a Jimin.