Amor A La Mexicana

~Por un mazapán~

No había palabras para describir lo que sentía, Sérgio había regresado y regreso para quedarse, si les soy honesto tengo miedo por su regreso, me enteré que Sérgio firmó contrato con Mercedes ahora sería compañero de Rusell mientras que Lewis seria compañero de Carlos y digo sería porque Leclerc correría esta última carrera, según el era la última que corría, no pregunten cómo le hizo o como los convenció porque ni siquiera yo se, Checo tenía puesto merch de Mercedes y se encontraba platicando con algunos de su equipo, cuánto hubiera deseado que portará el traje de Red Bull o al menos mercancía de la escudería, se imaginan »Max Verstappen el campeón del mundo junto a su esposo el ex-piloto Sérgio Pérez anuncian que por fin serán padres «, recuerden que no todo se puede en esta vida, eso ya me había quedado claro hace mucho tiempo, hoy fue la carrera de Bakú, quedando en primer lugar Óscar, seguido de un embarazado Leclerc y un chismoso Rusell.

Me dirigía al motorhome pero para mi buena o mala suerte me encontré a Sérgio, ¿Por qué?, esa era la única pregunta que rondaba en mi cabeza desde que Checo llegó, traté de caminar mas rápido para no hablarle pero creó que tenía a Diosito en mi contra, mi corazón empezó a latir cómo loco al escucharlo llamándome por mi nombre.

—¡Max!— ay Diosito porque me haces esto a mi.
—Sergio, ¿Cómo estás?, ¿Te queda bien la mercancía de Mercedes— Diosito ya mejor eliminame, para ésto quería hablarle a Checo.
—Bien, gracias, aunque no se, siento que no pertenezco a Mercedes, pero bueno— creo que todos estamos de acuerdo en eso, Checo no pertenece a Mercedes, el pertenece a Red Bull, me pertenece a mi, me quedé observandolo por unos segundos, dios que bonitas pecas, ¿para cuándo Dios?, para cuando este hombre va a ser mío. Suspire saliendo de mis pensamientos y le respondí.
—Supongo que es porque aún no estas acostumbrado Sérgio, tantos años fuera de la pista, pero te acostumbrarás ya verás que si— la nariz me va a crecer, obviamente que no se va a acostumbrar, no lo tomen a mal, pero quiero a Checo conmigo.
—Eso espero, ah por cierto, mira tengo algo para ti— Sérgio saco una bolsita de su pantalón, esperen, Sérgio quería regalarme algo, hombre tu quieres que me de un infarto verdad.
—Mira es un dulce de mi país, se llama "mazapan", no supe cuál eran tus gustos así que te traje este, espero te guste—
—Porque ahora, si se supone que ya no siento nada por ti—
—Perdón, ¿dijiste algo Max?— mierda lo dije en voz alta.
—No nada, dije que muchas gracias por el detalle— gracias Dios por haber hecho a Checo en ese momento sordo —¿y a los demás también les diste dulces?—
—Si, incluso a algunos mecánicos y personas que conozco— hubiera preferido no saber, eso te pasa por preguntón.

Iba a decir algo pero fuí interrumpido por Sérgio, lo que me dijo hizo que mi corazón volviera a latir con prisa, Dios este hombre quería matarme.

—A los demas les di los mismos dulces, quiero decir, era el mismo dulce, al único que le di un dulce diferente fue a ti Max—
—Oh, pues gracias— quería lanzarme a el, abrazarlo y robarmelo para siempre, es que era tan lindo, en mi cabeza sólo había un solo pensamiento y quería gritarles a los demas, -¡JA!, en su cara imbéciles, yo soy único y diferente en su vida, soy especial, me trajo un dulce diferente-, estaba muy emocionado pero tenía que disimular
—De nada, por cierto, ya debo irme se supone que iría a ver a mi equipo y supongo que tú también, nos vemos—

Ni siquiera me dió tiempo de despedirme de Checo ya que el se había ido corriendo, igual que yo, me metí corriendo al motorhome con la cara roja hasta las orejas y el corazón latiendome al mil por hora.

¡Pero como te atreves a volver, volviste a darle vida a lo que para mi ya estaba muerto! , yo lo había logrado, había logrado olvidarte, juré olvidarme de ti, jure enterrar tu recuerdo y todo lo que sentía por ti en lo mas profundo de mi corazón, porque decidiste regresar, porque volver cuando todo en mi vida ya estaba bien, un ¿mazapán?, ¿es enserio? estúpido corazón, es enserio que sólo necesitaba un maldito dulce para que esos sentimientos volvieran a surgir, me volví a enamorar por un "mazapan".