E L E V E N.

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Había dormido unas cuantas horas desde que Jungkook se fue, el médico de la familia me entregó algunos medicamentos que me ayudarían a recuperarme mejor y ahora me encontraba mirando por la terraza esperando por el pelinegro que por obra de magia, aparecía en su auto a través de los árboles que se veían al entrar a la gran casa.

Una vez estacionado, bajó de el viéndose tan irresistible como siempre, sin embargo, me percaté que algo había sucedido, su camisa de botones estabas más que abierta y toda su ropa se encontraba algo sucia pero lo que me terminó de confirmar todas mis sospechas fue el azote que le dió a la puerta en el momento de cerrarla. Suspiré un poco y me adentré a la habitación para esperarlo, podía escuchar unos murmullos afuera junto unos pasos fuertes que cada vez se escuchaban más cerca.

El pelinegro se dejó ver una vez la puerta se abrió completamente, su respiración estaba agitada y sus ojos rojos, eso me preocupó, algo serio había pasado y no sabía con exactitud qué hacer.

—Mi amor...— lo llamé con sutileza provocando que me mirara sólo unos segundos para después cerrar la puerta, darse la vuelta y comenzar a... ¿llorar? Joder, estaba llorando.

Me acerqué lentamente a su cuerpo teniendo cuidado con mi tobillo aunque en éste momento no me importaba más que él, rodeé su cintura con mis brazos y apoyé mi mejilla en su espalda dejándolo sacar todas esas lágrimas que de seguro estuvo conteniendo.

—Estoy aquí, estoy aquí...— susurré mientras le daba ligeros mimos —, estoy aquí, te amo como no pensé que llegaría a amar y aunque para muchos sea una locura lo nuestro, no me interesa, hasta daría mi vida por ti con total seguridad si es necesario— hablé segura —. No temas nunca de mostrar éste lado de ti, no te voy a juzgar, al contrario, te voy a apoyar y cuando decidas hablar, te escucharé atentamente.

Sabía que quería decir algo, sólo que no encontraba la manera de hacerlo.

—Yo...— intentó hablar.

—No es necesario que hables ahora, mi vida, tomate tu tiempo.

—No joder, tengo que decírtelo ahora porque siento que voy a explotar.

—Está bien, soy toda oídos.

Suspiró pesadamente y se giró tomándome de la cintura para estar lo suficientemente pegados, limpié sus lágrimas con delicadeza mientras sonreía y no apartaba mis ojos de los suyos.

—Casi muero hoy...— confesó dejándome perpleja —, si no fuera por Bladio estaría muerto en éste momento— dijo mirándome fijamente —. Me descuidé, Chiara casi me dispara por la espalda, ví mi vida pasar por mis ojos cuando escuché gritar a Irene y cuando mis hombres se alertaron. Bladio está bien, todos estamos bien pero joder, casi muero, casi muero sin haberte dicho lo mucho que realmente te amo, sin haberte dicho lo enamorado que estoy de ti desde el primer instante, eres lo único bueno y puro que me ha pasado desde que pise Corea, no quiero perderte jamás.

—Mi amor— susurré entre lágrimas y risas —, no me vas a perder jamás, te lo aseguro.

—Más te vale porque ya no hay vuelta atrás— dijo sonriendo y apretandome más a él —. Yo juro que necesito hacerte el amor en éste jodido momento.

—¿Entonces qué esperas?— pregunté mordiéndome levemente los labios, los cuales fueron atacados por los suyos en cuestión de segundos.

Las manos de Jungkook sobre mi cintura me tomaban fuertemente con desespero, su respiración estaba acelerada pero por supuesto yo no me quedaba atrás, estaba necesitada de él, mi cuerpo pedía a gritos por el suyo. Llevé mis manos a los pocos botones de su camisa y la quité rápidamente dejándome ver su majestuoso torso, sonreí de la lado mirándolo fijamente y volví a comer su boca.

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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Mobster Wolf | JJK [+21] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora