—Dime, ¿Ya lo atraparon?— pregunté por el teléfono mientras terminaba un documento a través de la computadora.
—Si, señor— confirmó el hombre tras la línea —. ¿Quiere que hagamos algo más o usted se encargará?
—Déjamelo a mí— pedí fríamente —. Sólo no lo dejen morir hasta que yo llegue, su vida acabará si yo lo decido, ¿Entendido?
—Si señor, como usted ordene.
—Bien— concordé —, saldré de aquí por la tarde, nos vemos.
—Nos vemos.
Sin más colgué la llamada y terminé el documento que con urgencia necesitaba el boss, lo envíe por su correo y saqué unas copias en físico para guardarlas en el archivo. Una vez listo todo me encaminé hacia su despacho encontrándome a su hijo dentro de este, Leonardo y yo nunca nos llevamos bien, no era un secreto para su padre, mi jefe, ni siquiera para los demás.
—Me gustaría que algún día ustedes dos se llevaran bien— habló el boss, Francesco Bianchi, llamando la atención de ambos.
—Sabe que eso es imposible, señor— dije con una sonrisa leve acercándome a su escritorio —. El documento que me pidió está en su correo, terminé todos los pendientes y ahora necesito viajar a Corea a resolver el otro asunto importante— continué comunicándole.
—¿Lo encontraron, no es así?— preguntó mientras tecleaba en su computador, yo asentí —. Perfecto, eso sólo me demuestra una vez más que eres indispensable como siempre, Jeon.
—Gracias señor, sabe que siempre daré lo mejor de mí.
—Jamás lo dudo— sonrió.
—Que cursis...— habló Leo haciendo que su padre suspira pesadamente y bajo su atentamente desapareció del lugar dejándonos solos.
—¿Cuándo te vas?— preguntó nuevamente.
—Dentro de unas horas. En todo caso les dejé las dos reuniones importantes programadas y listas, no tardaré mucho, será algo rápido— expliqué.
—No te preocupes, podré manejarlo solo— rió contagiandome.
—No lo dudo.
—Bueno, todo está perfecto con el documento, muchas gracias consigliere— dijo en un tono divertido haciéndome reír nuevamente —. Ya puedes marcharte.
—Siempre a sus órdenes, boss— respondí de la misma manera.
Luego de despedirme me encaminé hasta mi habitación encontrándome con Chiara, la hija del medio, sobre mi cama con poca ropa.
Era claro lo que quería pero justo en éste momento tenía el tiempo medido, no podía distraerme por más que quisiera tomarla y dejarla sin caminar bien unos días, mordí mis labios mirándola fijamente para después sonreír mientras recordaba todos los encuentros que hemos tenido juntos.
—Mejor cierra esa boquita, Jeon— habló trayendome de nuevo a la realidad —. Será rápido, lo prometo.
—Me encantaría Chiara pero no tengo tiempo— suspiré —, tengo asuntos importantes que atender y además, tu padre está en el despacho.
—¿Y cuándo nos hemos preocupado por eso?— preguntó juguetona bajándose de la cama para acercarse a mí y abrazarme por la cintura desde atrás ya que me encontraba recogiendo mi equipaje de mano.
—Tienes razón— sonreí —, pero el tiempo es oro y Bladio ya está esperando por mí.
—Puede seguir esperando, eres el consigliere, uno de los jefes también así que no hay que tomárselo tan en serio.
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Mobster Wolf | JJK [+21] ©
FanfictionJeon JungKook, el consigliere más temido de la mafia italiana tendría que viajar nuevamente a su país de origen a resolver algunos asuntos importantes, lo que nunca se esperó es que mientras no se encontraba al lado del boss, este fallecería dejándo...