Mobster Wolf | JJK [+21] ©

S I X.

Seattle Seattle Seattle.

Suspiré profundamente al verla bajo las luces de la ciudad, mirando cada lugar con detenimiento, cada pequeña cosa era lo más apreciable para ella, vivió aquí una parte de su vida junto a sus padres y hermano por lo que recordaba de aquella plática, le hacía ilusión regresar, claro que no en estos términos.

—¿Piensas en algo?— su voz entró a mis oídos como melodías.

—Si— afirmé —, en ti.

Al parecer esa pequeña confesión no la esperaba porque su reacción fue de sorpresa, aunque rápidamente cambió a ser tímida e incluso sus mejillas algo rosáceas la delataban.

—¿Por qué en mí?— preguntó con sus ojos iluminados.

Tenía intención de responder, claro que sí, sin embargo esa pregunta quedó suspendida al aire cuando la voz de su mejor amigo nos interrumpió.

—Señor, es un honor que confíe en nosotros— habló él llegando a nosotros.

—No tengo miedo a confiar porque sé que si me traicionan las cosas igual saldrán a mi manera— dije levantando levemente mis hombros.

—Te están diciendo algo bonito y tú piensas en cosas horribles, Jungkook— habló Keyla mientras negaba con su cabeza en desaprobación.

—Se tutean...

—Si Yoongo, hasta nos besamos— confesó sorprendiéndonos a ambos.

—¿Ustedes dos...?

—No, nada— respondí antes que ella —. O sea, si nos besamos pero sólo fue una vez. Ni siquiera sé por qué te estoy dando explicaciones, soy tu jefe, si la quiero besar la beso, ya está.

Tomé el rostro de Keyla y sin darle chance a que reaccionara le dí un pequeño beso en las labios dejándola completamente atónita.

—¿Ves? Cuando quiera.

Sin más me alejé de ambos dejándolos solos y me acerqué a Bladio quién estaba recolectando información sobre las personas que nos ayudarían estando aquí. Por supuesto que confío en Yoongi y Keyla pero sólo quería corroborar que no me equivocaba.

—¿Todo bien?

—Si, señor. Todo es como indica Min, podemos confiar.

—Perfecto— asentí —. Necesito que consigas a más hombres, que estén dispuestos a lo que sea y por supuesto que sepan bien quién soy y de lo que soy capaz, no quiero errores.

—Así será.

—¿Nos vamos?— la voz de Keyla volvió a inundar mis oídos, ambos asentimos y la seguimos.

Caminamos a un punto algo alejado de las personas en donde varios autos hicieron presencia, eran autos de lujo, muy costosos, lo que me indicaban que eran personas que manejaban ciertos negocios de los cuales tenía conocimiento a la perfección.

—¡Mira a quién tenemos aquí! ¡El mismísimo Min Yoongi!— habló un hombre bajando de uno de los autos seguidos por los demás.

—Park— respondió el nombrado —, un gusto volver a verte.

—El gusto es mío— sonrió al que ahora conocía como Park, honestamente me sorprendió ver que también era asiático, pensé que sería algún extranjero—... pero miren a quién tenemos aquí, mi adorada Keyla, tanto tiempo hermosa.

—Muchisímo— concordó —. ¿Cómo has estado?— preguntó acercándose a él para abrazarlo.

—Muy bien, hermosa. ¿Y a ti? ¿Cómo te va?