El rostro de Jimin se iluminó cuando me vió, no pudo alejarse de la otra persona lo suficientemente rápido. Le dejó allí de pie, también a los demás con quienes estaba hablando, y rápidamente se acercó a mí y me dio un beso, justo en la boca.
—Gracias a Dios que estás aquí.— dijo.
—¿Todo bien?— Le pregunté.
—Sí.— dijo alegremente.
Entonces tomó mi mano y me llevó de vuelta hacia el grupo de personas.
—Quiero que conozcas a todos.
Me presento a Skye, Tyson y Ben, los cuales me saludaron asintiendo con los ojos muy abiertos, Jimin se volvió con orgullo y con nerviosismo, me presentó a Xavier, el tipo que había tenido su brazo alrededor de él.
—Hola.— le dije, estrechándole la mano. Era cerca de veinte años más joven de lo que me esperaba que fuera. —Es un placer conocerte.
Xavier me estrechó la mano con firmeza, y luego miró a Jimin.
—¡Me dijiste que su nombre era Tae!
Jimin sonrió.
—Lo es.
Xavier negó con la cabeza.
—No, es el jodido Kim Taehyung.
Jimin se echó a reír.
—No es más que Tae para mí.
Le sonreí a Xavier.
—Es cierto. Sólo soy Tae para él.
Jimin deslizó su brazo alrededor de mi cintura y se inclinó hacia mí.
—¿Te pido algo de beber?— Me preguntó.
—¿No debería ser yo quien invite?— Le pregunté. —Creo que hay que hacer felicitaciones.
Jimin rodó los ojos y me ignoró.
—¿Whisky con soda?
Le di una inclinación de cabeza, y me quedé con los colegas de Jimin y Xavier mirándome. Uno de los chicos, Ben, me tendió la mano.
—Sr. Kim, es un verdadero placer. He admirado su trabajo desde hace años.
Skye fue la siguiente. Ella me dio la mano nerviosamente.
—No tenía ni idea cuando Jimin habló de Tae de que se refería a usted.
Antes de que pudiera estar más avergonzado, Louisa Arlington, jefa de Jimin, me vió e hizo su camino hacia nosotros. Me besó en la mejilla.
—Tae, ¡es tan bueno verte!
—Louisa, te ves muy bien.— le dije con sinceridad.
Así era. Había perdido peso, o estaba más alta, o algo diferente en el pelo. Sonrió genuinamente.