归属感³ [ VMin ]

N U E V E

Jimin nos vio llegar y se aparto rápidamente de debajo de las manos de Xavier cuando nos acercamos. Abrazó a sus padres primero, chocó puños con su hermano y luego deslizó su brazo alrededor de mi cintura.

—Gracias.— susurró, inclinándose hacia mí.

—¿Te esta acosando?

No tuve que decir el nombre de Xavier.

—No ha parado.— dijo, y luego se dirigió a sus padres que nos estaban viendo. —Les voy a enseñar todo.

Jimin se llevó a sus padres y les mostró alrededor de su oficina, el lugar donde pasaba tanto tiempo, y en particular el modelo a escala del proyecto que acaba de terminar.

Lo que me dejó a solas con Xavier. Afortunadamente antes de que pudiéramos decir más que un breve hola, Louisa me salvó.

—¡Tae!— Dijo, besándome en la mejilla. —Qué bueno verte de nuevo.

—Louisa.— dije. —Tiempos emocionantes para Jimin.

—Oh, Dios mío.— dijo ella. —Se merece esto. Realmente trabajó duro en esto.— Entonces incluyó a Xavier. —Xavier puede dar fe de ello. Se ha hecho más de lo posible.

El bastardo baboso me sonrió.

—Oh, seguro que lo ha hecho.— dijo, con insinuaciones goteando de cada palabra. —Sr. Kim...— dijo, sorbiendo su champán, —es bueno verle de nuevo. Pero si me disculpan, voy a estar con el hombre del momento.

Miró hacia a Jimin, luego a mí, como si me retara.

Xavier giró sobre sus talones y se dirigió hacia Jimin y su familia, y Louisa me entregó una copa de champán. Se llevó su propia copa a la boca y murmuró:

—Es un imbécil arrogante.

Escondí mi sonrisa detrás de mi bebida.

—Jimin no lo puede soportar.

—Oh, lo sé.— dijo Louisa, todavía sonriendo detrás de su copa de champán.

Vimos como Xavier se presentó ante los padres y el hermano de Jimin.

—Creo que la razón de que Jimin trabajo tan duro para terminar el trabajo fue para librarse de él. Es una bendición y una maldición que Jimin consiguiera a Baurhenn como su primer cliente.— dijo Louisa. —Genial para la cartera, pero aguantar a Xavier es...— parecía atascada en encontrar la palabra adecuada.

—¿Molesto?

—Yo iba a decir que produce escalofríos.

Me reí.

—Bueno, algo hay de eso.

Fuimos interrumpidos por dos personas a las que había conocido antes. Skye y Tyson, estaban contentos por Jimin, y por mucho que me aseguraron que fue trabajo suyo, Jimin me aseguraría que fue un esfuerzo de equipo.